Un joven de 20 años que escapaba de la Policía quiso saltar una reja y terminó muerto al clavarse una de las puntas metálicas en la cabeza.
El hecho ocurrió a la madrugada en Neuquén cuando los agentes de la Comisaría Primera notaron que un Volkswagen Gol circulaba en zig zag. Frente a esto, le dieron la voz de alto, se pusieron a la par suyo y vieron que uno de los ocupantes del vehículo tenía un arma de fuego.
Sin tiempo a interrogarlos, intentaron huir: manejaron en contramano por el centro neuquino, la Policía activó un operativo cerrojo y alertó al resto de los móviles para capturarlos.
En un tramo de la persecución, un grupo de agentes disparó para disuadirlos y los sospechosos entraron a un domicilio, desde el cual algunas personas quisieron entorpecer el operativo, a tal punto de que uno de los agentes resultó herido, según informaron fuentes policiales.
Entonces, los jóvenes escaparon por los techos y patios de las casas. Uno de ellos vio que los efectivos estaban cerca, intentó pasar por un enrejado, pero se enganchó la pierna y se clavó una de las puntas metálicas en la sien.
El personal médico se dirigió rápidamente hacia la zona para atenderlo, por lo que cortaron la reja y lo llevaron al hospital Castro Rendón. Sin embargo, los especialistas lo declararon muerto cuando arribó a causa de la grave herida. .
Intervino en la causa la Fiscalía de Actuación Genérica, aunque luego pasó a la Fiscalía de Homicidios, a cargo de Eugenia Titanti.
Según se supo, el fallecido no tenía antecedentes penales, pero sí registros de entradas a la Comisaría. En tanto, el segundo sospechoso sigue prófugo y el auto fue secuestrado. No lograron dar con el arma que le habían visto.