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 “Hacemos equipo”, la difícil batalla de un olavarriense por la igualdad

Oriundo de Loma Negra, Damián López dedicó toda su vida a una pasión, el taekwondo, al que luchó por volverlo inclusivo y abierto a las disidencias sexuales. Pero nada le fue fácil: tuvo que luchar con un cáncer que puso en grave peligro su vida y contra la reticencia de muchos sectores de la sociedad que se oponían a cualquier clase de cambio. Hoy, este olavarriense de 33 años, está por coordinar uno de los eventos deportivos más importantes del mundo, que mueve millones de euros y turistas.

Por Federico Colmenero

 

En una época en la que se hace constante hincapié en la urgente necesidad de derribar mitos, concepciones y estereotipos que se vienen arrastrando desde hace mucho tiempo, las luchas por la construcción de una nueva visión ante ciertas áreas y actividades se filtró en todos los rincones, y el deporte no es la excepción.

La labor cotidiana y muchas veces invisible de muchos hombres y mujeres en distintas áreas de la actividad humana han hecho que el nuevo paradigma se instale con fuerza: si vamos a hablar de inclusión, hablemos de inclusión en serio, una inclusión realmente abarcativa que incluya también esos lugares que siempre parecieron estar “reservados” para una pequeña fracción de la sociedad, como lo fue -y lo sigue siendo- el deporte.

“Tenia metástasis en todo el cuello, me había tomado la paratiroides, la tiroides, las cuerdas vocales, de hecho casi me quedo mudo, tuve que usar una máquina que me daba electricidad a las cuerdas vocales para poder hablar, pero en ningún momento me deprimí”

Una de esas personas es Damián López, el olavarriense que tiene el privilegio de ser el primer activista LGBT dentro del taekwondo del mundo. Damián empezó a militar por la inclusión de las disidencias sexuales en un área en donde nunca nadie lo había hecho, y hoy, después de muchos años de trabajo y constancia, está a punto de poder ser el coordinador de los Juegos Olímpicos LGBT del 2026, que posiblemente se hagan en España, en donde está radicado desde hace algunos años.

 

Nací en Olavarría, más precisamente en Loma Negra, y a los 14 años me vine acá, a España, estuve hasta los 21 y me volví a Argentina. A los 3 me volví a venir con un proyecto por mi activismo y acá estoy”, cuenta Damián desde su casa de Valencia a Infoeme. Habla de Olavarría como si hubiese estado aquí hace un par de horas, porque, según cuenta, tiene toda su familia acá y nunca perdió el contacto. La charla con él es tranquila y natural, no así todo lo que cuenta, ya que, pionero en un ambiente en donde se vive mucho machismo y que no siempre está abierto a lo nuevo, el taekwondista no la tuvo fácil para hacer lo que hizo.

 

“Me empecé a dedicar más fuertemente al activismo a los 25 años, después de tener un cáncer con metástasis y un 30 por ciento de probabilidad de vida. Lo superé y me empecé a dedicar de lleno al activismo para difundir el taekwondo como estilo de vida”, relata Damián sobre lo que fue la génesis de su lucha por los derechos del colectivo LGBT dentro del deporte.

- ¿Cómo fue que empezó la pasión por el taekwondo?

Empecé a los 4 años, con mi papá, Ricardo López, que fue un referente muy importante del taekwondo en Olavarría por muchísimos años y que fue, también, mi primer entrenador, por eso empecé a competir de muy chiquito, a los 8, 9 años ya estaba compitiendo: empecé con taekwondo ITF y después fui dedicándome cada vez más profesionalmente y me pase al olímpico, al “WT”.

- ¿Y después llegó el activismo?

Si, a los 25 años tuve cáncer, un cáncer grave, con metástasis y un 30 por ciento de probabilidad de vida, y me salvó el taekwondo, aunque así como me salvó casi me mató también, porque estaba muy entrenado y no presenté síntomas, cuando me lo detectaron lo tenía super avanzado: tenia metástasis en todo el cuello ,me había tomado la paratiroides, la tiroides, las cuerdas vocales, de hecho casi me quedo mudo, tuve que usar una máquina que me daba electricidad a las cuerdas vocales para poder hablar, pero en ningún momento me deprimí, siempre tuve una personalidad muy fuerte y me mentalicé que tenía que salir, que tenía que estar bien para que ni a mi familia ni a la gente que me quería le afectara, así que me enfoqué en el deporte, seguí todo el cronograma de competencias que tenía y me dediqué a entrenar, entrenar, entrenar y entrenar”

 

- No paraste en ningún momento…

No, no paré. Después de eso me sacaron las tiroides, que era la glándula que más me podía afectar, y quedé con hipotiroidismo, que era lo que se necesitaba para el tratamiento,  en ese momento la obra social no me daba la vacuna que te deja hipotiroide en el momento y yo lo hice de forma natural, llegue a tener 87 de TSH, cuando los valores normales de una persona son entre 0 y 4, una persona que tiene hipertiroidismo y tiene 7, ponele, no se puede levantar de la cama, y yo con 87 fui a un campeonato de taekwondo, el médico me miraba y no podía creer que estuviera caminando, se agarraba a cabeza, porque a esa altura ya perdés noción de espacio, de dónde están las cosas y demás, y él me decía que debía ser de la cantidad de entrenamiento que yo tenía, en el cerebro tenemos una glándula que genera una hormona que intentan reemplazar al TSH, que es lo que me faltaba, entonces yo estaba todo el tiempo despierto gracias al entrenamiento”.

- ¿Y competiste en ese estado?

- Sí, a la semana de estar operado, con todos los puntos en el cuello, tenía que agarrarme la cabeza porque parecía que se me salía, mientras estiraba los profesores me miraban helados, “lo estás haciendo bajo tu responsabilidad”, me decían, nadie lo podía creer…

Fue en ese momento en que el activismo y el deporte empezaron a ser una sola cosa en la vida de este olavarriense, quien aunó su pasión por lo deportivo con un deber ético en sintonía con su reconocimiento como gay. Primero empezó a militar a nivel local, en Argentina, y después llevó su activismo a España, lugar en el que está radicado actualmente. Se propuso crear un grupo de taekwondo LGBT, pero la idea no fue totalmente bien recibida en un principio, así que empezó a trabajar diferentes alternativas para llevar la inclusión a ese mundo que hasta el momento nada se había planteado sobre las diversidades y disidencias sexuales.

 

- No me dejaban ponerle “Taekwondo LGBT”, me dijeron “por qué no lo haces un poco más amplio, que sea para integrar personas”, y así fue que en La Plata se crea el primer grupo, que se llamó  “Taekwondo Integrador”, con el que abarcábamos todo, desde violencia de género, a chicos en situación de vulnerabilidad, gente del colectivo… Lo que pasó fue que se fueron trayendo unos con otros y terminó siendo exclusivamente LGBT, así que terminó siendo el primer grupo que existió de Taekwondo LGBT, tanto a nivel argentina como internacionalmente, lo que pasó es que eran chicos que no estaban federados, no lo hacían profesionalmente, lo hacían  recreativamente, pero bueno, el primer grupo se crea en argentina en sí”.

- ¿Y después llegó el primer grupo federado?

- Así es, el primer grupo que existe federado, a nivel internacional, es en España, que es el que creo yo ahora. Es el primer grupo del mundo que figura federado dentro del Taekwondo, no hay otro grupo que figure como LGBT en el mundo. El nombre del grupo es “Samarucs”, que es un pescadito típico de acá, de Valencia, que es de color naranja.

Su carrera como activista en el país europeo comenzó al entrar en un club llamado Piam, con el que empezó a competir para Valencia desde una perspectiva totalmente inclusiva y con la vista siempre puesta sobre la promoción de la diversidad y los derechos del colectivo LGBT. Y así, como activista y deportista, Damián ha tenido que derribar muchos estereotipos y preconceptos que hasta el día de hoy se alojan en la cabeza de muchas personas. En un área que impone una dinámica tan asociada al machismo como lo es las artes marciales, él, desde adentro, ha sabido y ha podido ver la realidad que se esconde detrás de la imagen arquetípica que se suele tener.

 

 “Es bastante controvertido, cuando uno era chico, si eras afeminado, eras gordo, tenías problemas de conducta o una cosa así, te mandaban a hacer un arte marcial, entonces terminó siendo un refugio para muchos chicos LGBT, pero nunca se habló mucho, como en tantas otras áreas, por eso choca un poco”, cuenta el deportista, para quien muchas de las actitudes “machistas” o “discriminatorias” presentes en el Taekwondo y en la sociedad en sí responden más que nada a una cuestión de ignorancia.

“Muchas veces creo que no estamos preparados para recibir gente abiertamente del colectivo por el mismo vocabulario que se utiliza, como decir “ah, no pelees como un maricón” o  “no pegues como nena” y cosas así, o sea, el vocabulario que se suele usar habitualmente sin darnos cuenta que podés desarmar la personalidad de un joven, de un adolescente que se está formando, y ahí es justamente en donde nace la estigmatización, el bullyng o la discriminación”, explica Damián.

- En relación a estos temas ¿Cómo fue la relación con tu familia?

- Mi vida como gay, por decirlo así, ha sido muy buena: tengo una familia que siempre me apoyó y me acompaño, mis tíos, mis abuelos, mis padres, todos, así que por ese lado se podría decir que la tuve fácil, y al haberme dedicado al taekwondo de chiquito era como que si me tenía que defender me defendia, es más: creo que yo a veces era como un referente, era como “ah, si el mariquita  puede hacer taekwondo, yo también puedo”, y la verdad que éramos muchísimos lo alumnos que íbamos a taekwondo que hoy son gay y pertenecen del colectivo, tanto lesbianas como gays, y a nivel nacional, al día de hoy, en la Selección Argentina está candela Caspa, que también milita para el colectivo, o la historia de un chico trans, que es del sur, que su entrenador lo acompañó  en su transición hasta hacerse chico, una historia súper linda que demuestra que se ha avanzado muchísimo.

Con títulos sudamericanos y  panamericanos, medallas provinciales múltiples, medallas nacionales e internacionales y siendo el actual campeón de la liga de taekwondo en España y el último campeón la Liga Valenciana, el activista oriundo de Loma Negra prefiere quedarse siempre con lo positivo: está feliz de haber sido convocado para aparecer en un video promoviendo los valores de inclusión e igualdad en el deporte -con motivo del Día Internacional contra la lgbtfobia en el deporte, que se celebra cada 19 de febrero en referencia al suicidio del jugador gay Justin Fashanu- y, además de todo eso, está coordinando la nominación de Valencia -ciudad en la que está radicado- a los Juegos Olimpicos LGBTIQ. Si la ciudad, que ya está en la instancia final, gana la candidatura, en el año 2026 la misma será la sede de uno de los eventos deportivo más grande del panorama internacional.

- ¿Cómo es que llega la oportunidad de coordinar los Juegos Olímpicos LGBT?

- La cosa empezó porque se ofreció a España, más precisamente a Valencia, para ser sede organizadora de los Juegos Olimpicos LGBTen el año 2026, la ciudad tomó esa candidatura y me contactaron a mí para ser imagen deportiva del evento. Estamos en instancia final, los próximos juegos son en Hong Kong y después dicen cuál es la ciudad que gana, o sea, cuál será la próxima sede, es por eso que ahora estamos en inspecciones, el comité inspeccionador está evaluando la ciudad”.

- ¿Qué significan los Juegos Olímpicos para alguien que se dedica a lo que te dedicás vos?

- Es el evento deportivo más importante del colectivo LGBT, es algo muy muy trascendental: son alrededor de 14.000, 15.000 atletas de todo el mundo compitiendo en un evento que dura 9 dias, lo que también genera un impacto económico para la ciudad de 130 millones de euros. Todo esto significa más de medio millón de turistas, se dice que el turismo gay va a ser el turismo que primero se va a  levantar después de la pandemia y de la crisis, mueve muchísimo dinero, y eso sumado a las cuestiones culturales, el legado que va a dejar al país esa organización, a nivel social, porque genera un cambio social este tipo de evento. Sería la primera vez que se organizan los Juegos Olímpicos LGBT en un país hispanohablante, lo que también abriría las puertas a lo que es Latinoamérica y Sudamérica.

- Después de semejante trayectoria tanto deportiva como en el activismo ¿Qué clase de respuestas recibís de la gente?

De todo: me llegan mensajes, cariño, aliento, acompañamiento, propuestas. Al principio fue más del ámbito local, pero cada vez fue más la gente que se contactaba conmigo, de muchas partes del mundo, incluso tengo un grupo de una universidad de Perú que son super fans y tienen un equipo de taekwondo dentro de la universidad y cada vez que tienen un campeonato o algo me dicen que le mande un video alentándolos y demás, y de la misma manera he hecho cosas para Honduras, para España, para chile, para Colombia, por el taekwondo y también para otras disciplinas, para gimnasia artística y otro tipo de deportes.

“Tolerancia, ejemplaridad, respeto, libertad, justicia, inclusión, superación, compañerismo, igualdad. El deporte son valores y el deporte sin valores no es deporte. Todos somos iguales y todos somos diferentes, pero todos y todas somos deporte, no discriminen y no señales. No estigmatices. En el deporte cabemos todos y todas, sin distinción ni vetos” dice el mensaje que aparece en el video en el que Damián fue llamado a participar, junto con muchos otros grandes deportistas españoles, por el Día Internacional contra la lgbtfobia en el deporte, y es lo que el Taekwondista olavarriense, juntos con muchas otras personas a los largo y ancho de todo el mundo, están intentando lograr en diferentes áreas de la sociedad. Como buen deportista, Damián sabe que nada es fácil, que todo cuesta trabajo, entrenamiento, decisión y constancia, todos esos valores que el deporte le dio y que hoy él aplica a su lucha por la inclusión de la diversidad dentro del arte marcial que marcó su vida desde que era un chico de 4 años, aunque aún sabe que el camino es largo.

 

Queda muchísimo por hacer, sobre todo en los deportes que mueven masa, como el futbol, es un deporte donde más discriminación existe, no solamente por la condición sexual, sino por tu estatus social, por tu estatus económico, por si sos moreno, por si sos rubio… Yo creo que el cambio grande lo pueden y tienen que hacer los deportistas más importantes, personas que sean influyentes, porque la gente consume lo que el deportista le da”, explica Damian, y concluye: “Pero no hay que olvidar la importancia de seguir tus sueños y tener bien en claro que cuando uno quiere puede”.

 

 

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