Héctor Grunewald tiene 74 años y hace más de 30 años -tras dejar el fútbol- que corre, Elisa Díaz participa en la categoría +60 y juntos, además de formar una familia apasionada por el deporte, recorren el país diciendo presente en pruebas de aventura y ultramaratón, por lo que el pasado fin de semana no fue la excepción.
“Cuando se comparte una pasión con la familia se disfruta mucho más” dijo Héctor Grunewald en algún momento de la entrevista y sí que lo comparte. Hace más de 30 años que junto con Elisa Díaz eligieron el mundo del pedestrismo, un poco más acá en el tiempo las carreras de aventura y ya hace algunos años que prueban suerte en las diferentes ultramaratones.
Además, no solo marido y mujer pertenecen al deporte, Pablo -uno de los hijos- también se luce dentro de las pruebas de pista de atletismo y llegó a ser campeón del mundo tras reponerse de un trasplante de riñón.
“Cuando llegamos a Olavarría, hace ya casi 50 años, empezamos con el deporte, después los chicos cambiaron, probaron otras cosas pero hace 32 años que venimos con Elisa acompañándome primero y después siendo una participante más” recuerda el deportista que logró la medalla en la pasada competencia que se llevó a cabo dentro del autódromo internacional de Santiago del Estero.
Uno de los atletas que unió los 100 kilómetros de la Unión de los Pueblos reconoció que “comentar hazañas en familia es muy lindo y también con mis amigos ultras. Estoy viviendo un momento muy especial de mi vida, disfruto mucho y la compañía en las carreras me levanta el ánimo y por suerte me va mejor de lo que yo pienso”.
“Lo más lindo, además de los podios, es lo que rodea las carreras, la amistad, la alegría y si yo te contara las cosas que me dicen en el circuito, muchas veces me da vergüenza” dice Grunewald para agregar luego: “Los chicos de Olavarría se portan espectacular y nos tratan muy bien. Dicen que soy un referente y sí puedo ser un maestro me pongo muy feliz; en la vida tiene que haber un espejo donde mirarse y me enorgullece”.
“Las carreras de mucha distancia tienen eso, de que se la pasa muy bien. Yo participé el viernes así que después me tocó hacer de asistente al resto de los representantes de Olavarría” dijo Elisa Díaz que habla poco pero emociona. “Los mismos que están dando vueltas motivan al resto, a alentar a aplaudir, que sirven para recuperarse” recordó la ganadora de su categoría en Termas de Río Hondo.
“Estoy contenta y emocionada, fue la carrera que más me gustó” aseguró una de las integrantes de la delegación local que pasó el fin de semana en la 3° fecha del Campeonato Argentino de Ultramaratón: “Nos dieron unas medallas re lindas y unas remeras espectaculares, la atención fue 10 puntos”.
“Las próximas carreras dependen del fondo monetario que manejemos y es muy cortito”
Pero no todo es algarabía y deporte, Héctor y Elisa deben afrontar cuantiosos gastos para ser parte de las diferentes pruebas y si bien saben todo el calendario no pueden confirmar la próxima carrera.
“Tenemos invitaciones a todo el país, pero depende mucho del fondo monetario que tengamos que es muy cortito” dice entre risas Grunewald para agregar: “vivimos al día y no sabemos cual será la próxima aunque tengo el calendario armado”.
“Siempre es un freno no poder conseguir una colaboración para viajar” agrega Díaz que se ilusiona con correr 12 horas “para superarme carrera a carrera”.
Héctor Grunewald que se animó a completar "El Cruce Aconcagua" quiere seguir traspasando fronteras y se ilusiona con decir presente en México “en una ultra que se corre en Cancún en enero próximo”.
“Tengo la invitación y solo restaría solo conseguir el dinero para el pasaje para pasar mi cumpleaños en la competencia donde me prometieron una torta con 75 velitas asique tengo que preparar los pulmones para poder apagarlas” dice entre risas risueñas uno de los emblemas olavarrienses que se sobrepuso a las adversidades, siguió adelante y a su edad se resiste a dejar de cumplir sueños.
Héctor y Elisa, Elisa y Héctor, una historia de amor… por el deporte a pesar de los años.