En una jornada donde hubo acuerdos, desacuerdos, puntos en común y en contra, el Congreso de la Nación aprobó un repudio al golpe de Estado en Bolivia, que derivó en la renuncia del –ahora- ex presidente Evo Morales. El proyecto fue presentado, cabe señalar, por el Frente de Todos.
La idea fue dejar constancia, en el proyecto, que en Bolivia hubo “un golpe de Estado” y reclaman, desde el parlamento argentino, “el restablecimiento del orden constitucional”.
Si bien nunca hubo puntos en común entre el oficialismo y la oposición, Cambiemos sorprendió distanciándose de la postura del gobierno –que niega el golpe de Estado- y presentaron un proyecto que repudia “los ataques contra el sistema democrático” en Bolivia y calificaron como “condenables” las intervenciones policiales y militares en el proceso político.
“La América Latina durante décadas se ha caracterizado por la reiteración de golpes de Estado que instauraron regímenes dictatoriales. Esta situación que hace más de 30 años empezamos a superar, con la Argentina a la vanguardia, nos compele como Congreso de la Nación a expresar que nunca más la región debe volver al camino de los golpes de Estado. Debemos expresar nuestro enfático repudio al más mínimo atisbo de que estamos frente a esta situación”, sentenciaron.
El proyecto, en tanto, fue aprobado iniciada la noche de este miércoles.
Instantes antes, el Senado de la Nación también aprobó el proyecto de repudio, con 29 votos positivos, 6 negativos y 6 abstenciones.
Este documento, en tanto, tuvo el rechazo de los senadores del PRO y la abstención del radicalismo, que buscó consensuar un único proyecto para votarlo por unanimidad, cuestión que como sucedió durante todo el día, no se logró.