Con una medición a precios constantes, CAME dio cuenta de que la baja en el comercio pyme es de 3,7% en los primeros ocho meses de 2017. Lo curioso de este mes es que todos los rubros se retrajeron, con un desplome comparativo con julio del 11,2%.
Si bien agosto suele ser de por sí más bajo en consumo que julio, explicaron que lo sucedido tiene relación directa con el derrumbe de la demanda en general, sumado a la inestabilidad cambiaria.
Otro de los datos preocupantes es que a la caída general se incluye fuertes declives en bienes sensibles como alimentos y bebidas o medicamentos. “El consumo viene bajando sustancialmente en los últimos meses, pero dentro de toda la caída de las ventas minoristas preocupa especialmente la baja en las compras de alimentos”, destaca Domingo Roberto Torres, de la Unión Industrial de La Pampa.
Y todo esto, en un contexto de abundancia de ofertas en sectores como Indumentaria, Calzados, Bazares, Textil blanco, Marroquinería, que eso sólo ayudó para generar liquidez y evitar una reducción mayor.
“La inestabilidad cambiaria alejó a los consumidores del mercado”, coincidieron los empresarios consultados, especialmente sobre fin de mes, cuando las familias se quedaron con poco para el consumo.
Los rubros más sensibles fueron, por un lado, ‘Electrodomésticos y artículos electrónicos’, que cayeron 11,1% en comparación con el mismo mes del año pasado y lleva una caída del 4,1% anual. Según explicaron, “La salida de esos productos se vio muy retraída por la resistencia de la gente a endeudarse con las tarjetas”. Se despacharon más que nada accesorios, y artículos de bajo valor.
Por otra parte, ‘Calzados’: las ventas se hundieron 9,2% en la comparación interanual y reúnen así una depresión de 4,5% en ocho meses del año. Hubo muy buenos precios en el mercado, liquidaciones con hasta 60% de descuentos, pero igual poco consumo.