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Un nuevo debate se cierne en los últimos días sobre el ya polémico retrato de Manuel Belgrano, pintado en 1815 en Londres, Inglaterra, por el pintor Francois Casimir Carbonnier.
A fines de marzo, la Municipalidad de Olavarría, recibió una presentación por parte de Carlos Tomás Casey, propietario actual del edificio del ex Banco Olavarría, ubicado en San Martín y Vicente López. En el documento, Casey reclama conocer en calidad de qué se encuentra el cuadro del prócer bajo tutela municipal. El empresario afirma ser propietario también de la obra ya que, argumentó, se contaba en el inventario del banco cuando lo compró.
La Municipalidad emitió este viernes la respuesta al empresario en la que describió el proceso de adquisición del retrato y la incorporación al Patrimonio Municipal a través de la Ordenanza 2.034/96.
El jefe de Gabinete Héctor Vitale habló con infoeme.com y no dudó en que la Municipalidad no tendrá problemas para retener el cuadro, al tiempo que señaló que se trata de un caso que no deja de reavivar el interés que genera la obra que, además de su valor artístico indiscutible, suma un valor histórico particular.
El funcionario explicó que el cuadro fue adquirido por el Banco Olavarría en 1978 a la propia familia del prócer. Luego, en 1995, el directorio de la entidad financiera decidió donar el cuadro de la Municipalidad que aceptó la decisión.
Vitale recordó que él en esa época era secretario de Gobierno y, el intendente Helios Eseverri decidió incorporar el retrato al Patrimonio Municipal, lo que se hizo en 1996 a través de una ordenanza aprobada por el Concejo Deliberante.
La normativa establece en su artículo segundo: “acéptase la donación ofrecida por el Banco de Olavarría S.A. a favor de la Municipalidad de Olavarría consistente en cuadro original del General Manuel Belgrano, obra del pintor Francois Casimir Carbonier”. En tanto, en el artículo tercer se determina que “la obra que se incorpora al Patrimonio Municipal por el Artículo 2º será destinada al Museo Municipal de Artes Plásticas ´Dámaso Arce`”.
Uno de los pocos retratos para los que posó Belgrano
El cuadro fue pintado en Londres, en 1815, por el artista Francois Casimir Carbonnier, para quien posó el general Manuel Belgrano durante su misión en la capital inglesa.
La iconografía del general Manuel Belgrano es breve: sólo se conocen tres retratos del prócer tomados directamente del natural.
Dice el historiador Bonifacio del Carril de esta obra: “En 1815, el prócer se encontraba en Londres en el desempeño de su misión diplomática con Bernardino Rivadavia. Allí, tanto Rivadavia como Belgrano posaron ante uno de los mejores retratistas, entonces en boga en la capital británica, el francés Francois-Casimir Carbonnier, discípulo de David y de Ingres, quien, según el Benezit, lo empleó algunas veces en la ejecución de sus propios cuadros.
“El retrato de Belgrano es verdaderamente magnífico ... Este retrato de Belgrano fue copiado varias veces en el siglo XIX, entre otros, por Prilidiano Pueyrredón. Es la figura más popularizada del prócer. Durante mucho tiempo se ignoró la identidad de su autor. Mario Belgrano encontró en el archivo del General, existente en el Museo Mitre, un soneto dedicado ‘al perfecto retrato del Gral. Belgrano, por monsieur CarbonnierÂ’, que permitió identificarlo”.
Esta obra se exhibe actualmente en el Museo de Artes Plásticas “Dámaso Arce”, ubicado en San Martín 2862.
La polémica artística
El cuadro ya despertaba debates de tipo artístico e histórico desde la primera mitad de siglo XX. Según relata la directora del Archivo Histórico Municipal, Aurora Alonso, cuando Manuel Belgrano y Bernardino Rivadavia viajaron a Londres quedaron sus dos retratos, pero sin firma.
La escritora indicó que a partir de esa carencia surgieron muchos problemas, ya que la iconografía de ambos era escasa y se hicieron muchas copias. Precisamente en un remate del Banco Municipal de Préstamos -en 1942- se compraron para la galería del Club del Progreso dos “copias hechas por Prilidiano Pueyrredón”.
En ese momento, los descendientes de Manuel Belgrano probaron que su cuadro era el original y que el autor era Carbonnier. ¿Cómo lo hicieron? Es interesante seguir una historia casi policial por los pequeños detalles, tal como la describe Aurora Alonso.
Según la familia Belgrano la mano izquierda del sujeto del retrato se apoya sobre la pierna derecha en el original, y una plaqueta que sostiene no tiene la misma factura que la del cuadro vendido en 1942. Una bandera que aparece, de dos franjas celeste y blanco, correspondería a una carta que mandó a San Martín y que tendría esa forma y color.
Para demostrar que la obra había estado siempre en poder de la familia Belgrano y no se había vendido, utilizaron un segundo retrato: el de Juana Chas, parienta de Belgrano, pintado por Jacobo Fiorini en 1834. Allí se muestra de fondo, colgado en la pared el cuadro idéntico al que está en Olavarría.
En tanto, con una prueba un tanto endeble, la familia demostró que se trata del cuadro pintado por Carbonnier: un soneto anónimo y manuscrito que conservaban los Belgrano en el que se describe la actitud del prócer y se destaca la calidad de la obra mencionando al propio autor. El título era: “Al perfecto Retrato del Gral Belgrano por Monsieur Carbonier”.
La polémica histórica
Al debate sobre la originalidad de la obra se suma otro: uno de tipo histórico y que remite a la creación de la bandera nacional.
Una de las discusiones desatada sobre la enseña patria es la disposición original de las franjas que utilizó Manuel Belgrano el 27 de febrero de 1812, cuando enarboló por primera vez la bandera en la ciudad de Rosario.
Dice el doctor Miguel Ángel De Marco, Director del Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Católica y Presidente de la Academia Nacional de la Historia, “aún sigue la incógnita sobre la disposición de los colores de la primera bandera. Algunos sostienen que fue blanca, celeste y blanca, en tres franjas iguales; otros, en dos franjas horizontales, y otros más, en dos verticales”.
En este sentido, la obra que se encuentra en el Museo Dámaso Arce, hace su aporte abonando la teoría de las dos franjas: en el costado derecho del cuadro se representa una batalla en la que se representa la bandera con una franja blanca y otra celeste.
Este debate se reavivó el año pasado cuando la Municipalidad de Olavarría cedió en préstamo el cuadro al Museo “Domingo Mineti” de Rosario en el marco del aniversario del fallecimiento de Manuel Belgrano, fecha en la que se celebra el Día de la Bandera. En esos días, el agrimensor Juan Manuel Castagnino expuso en aquella ciudad sobre el mensaje que Belgrano legó a través de esa pintura, según sus investigaciones de la obra.