Luego de que el Gobierno Nacional informó que a partir de este martes entró en vigencia el dólar agro que definió un aumento del tipo de cambio diferencial de $300 a $340, el presidente de la Sociedad Rural de Olavarría (SRO), Eduardo Alem en diálogo con Infoeme, se refirió al impacto que la medida tuvo a nivel local: “El grueso de los productores ganaderos locales se vieron afectados negativamente”.
Fue este martes que la Secretaría de Agricultura incorporó al maíz y a la cebada cervecera al Programa de Incremento Exportador (PIE) que definió un aumento del tipo de cambio diferencial de $300 a $340 para las economías regionales.
En este marco, Alem se refirió particularmente a las repercusiones que trajo dicha medida en el plano local teniendo en cuenta que en Olavarría mayoritariamente los productores se dedican a la ganadería.
“El dólar agro es una medida que agarra a los productores a mitad de camino porque trae como consecuencia un aumento de los alimentos balanceados”, dijo el referente de la Sociedad Rural local y agregó: “Esto produce una distorsión de los precios reales y deriva en que los productores no tienen capacidad de planificación”.
En relación a esto último, Alem contó que cuando se realiza un anuncio de estas características el sector ganadero local “sabe que se vienen complicaciones” porque la consecuencia inmediata es una “distorsión en los precios de los insumos de alimentación del ganado”.
Asimismo, el referente de la SRO, indicó que como panorama general, tras la oficialización del dólar agro, la sensación entre los productores ganaderos locales es de desmotivación: “Lo que ocurre con la sequía es que hay una producción de alimentos menor que se traduce en un incremento del costo de los alimentos y con estas medidas esto se agrava, lo que genera desmotivación entre los productores”.
Desde la perspectiva del líder de la Sociedad Rural, lo “ideal” sería que se produzca una “sintetización de los mercados”: “El campo es un sector muy heterogéneo y tiene muchos sectores, y cuando se realiza alguna intervención para acomodar de un lado se desacomoda todo del otro”.
“Lo ideal es que haya una libertad de mercado y que cada uno produzca con los precios de los mercados internacionales, que es lo que pide siempre el campo, competir libremente”, dijo Alem para finalizar.