Luego de que haya cerrado hace dos meses, en una profunda crisis y con 88 despidos, trabajadores de la empresa Suschen anunciaron que volverán a fabricar las tradicionales “mielcitas” organizados en una cooperativa.
Cabe señalar que la empresa tenía 44 años de antigüedad, pero no pudo superar esta crisis y cerró, dejando a 88 trabajadores en la calle.
Además de las mielcitas, la fábrica produce el “Naranjú” además de las bolsitas de semillas de girasol, todos productos que marcaron la infancia de varias generaciones.
Tras los despidos, entre festivales y donaciones (una de ellas del Frente de Izquierda) la cooperativa consiguió la base que permite volver a fabricar los productos y, de esta forma, mantener las fuentes laborales.
En paralelo, habrá una reunión con autoridades del Municipio de La Matanza para buscar una solución a la deuda de alquiler y servicios del edificio de Rafael Castillo donde funciona la planta y que dejó la administración previa.