Sara Carabajal, mamá de un pequeño que fue diagnosticado con epilepsia mioclónica, se encuentra nuevamente afuera del Centro Cultural Municipal “San José” vendiendo tortas fritas, roscas y berlinesas.
Lo hace para para reunir dinero y costear los gastos que requieren los estudios de su hijito, el pequeño Julián, recibió el diagnóstico al año y medio, y hoy con dos años y cuatro meses de vida, debe ser trasladado al Hospital Garrahan para que le realicen una serie de estudios de complejidad que no se practican en nuestra ciudad.