Sara Carabajal, mamá de un pequeño que fue diagnosticado con epilepsia mioclónica, se encuentra afuera del Centro Cultural Municipal “San José” vendiendo tortas fritas y berlinesas para reunir dinero y costear los gastos que requieren los estudios de su hijito.
El pequeño Julián, recibió el diagnóstico al año y medio, y hoy con dos años y cuatro meses de vida, debe ser trasladado al Hospital Garrahan para que le realicen una serie de estudios de complejidad que no se practican en nuestra ciudad.
“Parece que el tipo de epilepsia que tiene mi hijo es otro y los médicos no aciertan con con el anticonvulsivo correcto”, esto dejó secuelas en él “como: retraso madurativo para hablar y controlar esfínteres”, detalló Sara a Infoeme.
“Estamos viajando mucho con él para hacerle estudios, el 15 del corriente nos vamos al Garraham y lo internan es por eso estoy haciendo berlinesas, tortas fritas y demás porque son muchos los gastos: estadía, comida, viajes” sumado a los “estudios que debemos costear nosotros porque hay listas de espera hasta para dentro de 3 meses.”
Además detalló que el estudio de panel genético, que diagnosticaría el tipo de epilepsia que tiene Julián “cuesta entre 54 y 56 mil pesos, además le pidieron una resonancia de cerebro que ronda en los 5 mil pesos”.