Ricky Rosa, la historia de la olavarriense que eligió vivir la vida de un solo color | Infoeme
Lunes 29 de Abril 2024 - 6:53hs
10°
Lunes 29 de Abril 2024 - 6:53hs
Olavarría
10°

Ricky Rosa, la historia de la olavarriense que eligió vivir la vida de un solo color

La joven compartió, en una entrevista con Infoeme, su historia, el fanatismo por el cantante puertorriqueño Ricky Martin, su profesión y las decisiones que la han llevado a ser muy cuestionada. 

Por Luciana Pedernera

lpedernera@infoeme.com.ar

 

En una nueva edición del segmento “Tu Historia”, Infoeme visitó y entrevistó a una de las personas más emblemáticas de la ciudad: Ricky Rosa. La joven olavarriense, abrió las puertas de su estudio y en un recorrido por diferentes temas, habló sobre sus realizaciones personales, su deseo de que Ricky Martin sepa sobre ella, la actitud de los olavarrienses frente a su vida rosa, la terapia holística y la elección de no maternar.

 

En 1993 se emitió por primera vez la serie estadounidense Power Rangers, su infancia, la cual calificó como “maravillosa”, estuvo atravesada por el furor que causaron los capítulos. Sin embargo, uno de los personajes la interpelaba profundamente: Kimberly Hart, “la que se vestía de rosa”.

 

Ella es Ricky Rosa, “autentica, libre y fuerte”, así se define la joven a quien los olavarrienses conocen “como la chica de rosa”. Su nombre, “surgió por una causalidad” explica y recuerda: “Cuando salió Facebook te pedía dos nombres, yo era Ricky y en la búsqueda de otro puse: Ricky por Ricky Martin y Rosa por el color”.

 

 

La olavarriense camina por las calles vestida de rosa y se traslada en una moto que también es del mismo color. Vive el rosa y ha podido transitar su elección con total desapego de la mirada ajena. “Todo el tiempo me dicen que estoy loca, aunque más me dicen que quiero llamar la atención”, expresa y asegura: “La única atención que quiero llamar es la de Ricky Martín, pero tampoco es que me vestí de rosa para que él me vea”.

 

En el estudio donde realiza su trabajo, con paredes rosas y muebles rosas, rodeada de fotos del cantante puertorriqueño, recuerda ese amor que nació cuando escucho por primera vez “Fuego contra fuego”. “Me enamoré perdidamente de él, desde el fanatismo, cuando yo tenía cuatro años que se hizo solista. Lo amé en ese momento como lo amo ahora con 36”, afirma.

 

Su compañero de vida “El Chino”

 

Mate de por medio, Ricky cuenta que a su esposo, “El Chino”, lo conoció por Facebook y recuerda que le llamó la atención que la agregó a sus amigos en la red social y no le habló. Pero desde el primer dialogo, hasta hoy, no se separaron nunca más.  

 

“Nos conocimos, a los tres días nos pusimos de novio, a la semana vivíamos juntos, a la otra semana nos compramos los anillos para comprometernos y ese día tuvimos un accidente, yo estuve cinco meses en cama porque me quebré la rodilla y la espalda y el me banco cinco meses asistiéndome”, detalla.

 

 

Desde el comienzo de la relación, Chino acompañó cada uno de sus deseos y también comprendió su vida de rosa. Lejos de las tradiciones nupciales, el casamiento de Ricky Rosa y El Chino fue de rosa y negro con temática “fierrera”.

 

“Estaba todo decorado con banderas a cuadro y para entrar a la iglesia elegí la canción de Rocky Balboa porque a mí me gusta”, cuenta ella con mucho entusiasmo y resume: “Así es nuestra vida. Mi casa es la mitad negra y la mitad rosa”.

 

La terapia holística como profesión

 

Ricky rompe con todos los esquemas, desde su decisión de vivir la vida con un solo color hasta su profesión, que comenzó a profundizar en pandemia y para la cual actualmente se sigue formando: la terapia holística.

 

Ella relaciona su profesión con el anhelo de sus vidas pasadas. “En todas mis vidas fui bruja, en algunas blanca, en otras no tanto y en esta es como que volví a eso, cuando digo que soy bruja me dicen ‘ay no’, y es ahí donde explicó que la bruja no es la señora mala que nos pintó Disney”.

 

 

“Una de las cosas que más me representa de ser bruja es que soy lo que quiero ser, no sé cocinar, no quiero tener hijos, me visto de rosa y soy bruja. No soy de ir a dónde va la manada. Me decían ‘qué vas a hacer’ y respondía ‘no sé, comeré fideos, cocinará mi marido, si trabajamos al misma cantidad de horas’”, señala.

 

Al tiempo indica que, por la terapia holística, le plantearon “no podés vivir de eso” y lo logró. “Sí, sí que puedo. Soy una apasionada de lo que hago, me gusta, me encanta. Aparte yo me aburro de todo y esto me lleva a que siempre sea algo nuevo”.

 

Las críticas por su elección de vivir el rosa

 

A sabiendas de que las críticas son moneda corriente, señala: “Si a vos te hace ruido que yo quiero llamar tu atención es porque por ahí querés ser algo que no te animas a ser, yo no puedo tomar como un insulto una carencia tuya. Tiene que ver con vos, no conmigo, al saber eso me desligo de un montón de cuestiones”.

 

A su vez, reconoce: “Por ahí a mi entorno se le complica un poco, mi mamá por ahí me dice ‘hija estaba en el supermercado y me dijeron que vos por ahí tendrías que ir al psicólogo’ y yo le digo ‘bueno ma, ya sabemos’”.

 

 

Otra de las situaciones que trajo a su memoria ocurrió poco antes de su casamiento. “Una vez estaba el Chino en el gimnasio, y había un grupito de chicos que dice ‘viste que se casa la loca de Rosa, se debe casar con un trastornado igual que ella’ y mi marido estaba al lado, entonces el dueño del gimnasio le dijo, ‘él se va a casar con la chica’ ese pibe se metió debajo de la visera y se fue”, precisa.

 

De todo el caos rescata: “Siempre he podido ser yo. No tengo problema, he trabajado en lugares donde tenía que ponerme el uniforme y me lo puse igual” y ejemplifica: “Hace unas semanas atrás tuve un cumple y había que ir vestido de negro, llame a mi mejor amiga, le pedí un vestido negro y listo, me encantó, fue como ser otra persona por un día, mi marido estaba chocho”.

 

“Hoy por hoy cualquiera puede criticar detrás de una pantalla, sí me molesta la falta de respeto. No lo tolero”, sostiene.

 

Sus sueños y la decisión de no ser madre

 

Ella reconoce que ha logrado cumplir sus sueños y ser la Ricky que soñó en su infancia, aunque restan dos cosas: tener su “Cuatro L” color rosa y que Ricky Martín sepa de su existencia. “Tengo todo lo que quería, no vamos a ser tan banales de hablar de lo económico”, precisa.

 

En sintonía con lo anterior, reflexiona: “Si estoy en el lugar en el que estoy, no va a sonar lindo, es porque no tuve hijos. La prioridad en mi vida fui yo” y asegura: “Cuando digo que no quiero tener hijos, soy más cuestionada que por vestirme de rosa”.

 

 

La decisión de no maternar la ha llevado a vivir situaciones anecdóticas y cuenta: “Fui dos o tres veces a querer ligarme las trompas y no me lo hicieron porque era muy joven y me dijeron que me podía arrepentir, la última vez, mi marido me acompañó”.

 

“No nos vamos a extinguir porque uno cada diez no quiera tener hijos. Me han dicho egoísta. Egoísta seria tener un hijo que no quiero, egoísta sería trabajar 20 horas al día y que a mi hijo lo cuide cualquiera. No, me parece que no. Tengo ahijadas y sobrinos que los amo con todo mi corazón, pero no es para mí”, reflexiona.

 

Con su deseo de trascender y su mensaje de que “cada cual haga lo que quiera, siempre y cuando no le hagas daño a nadie”. Cierra: “Tengo la mejor onda con la gente, soy una persona convencional que se viste de rosa pero no soy Panam, no me debo a mi público, cuando quieren una foto, puede que tenga ganas como puede que no”.

 

 

 

 

 

 

 

 

Compartirla

Notas Relacionadas

Deja tu comentario

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algún comentario violatorio del reglamento será eliminado e inhabilitado para volver a comentar. Enviar un comentario implica la aceptación del Reglamento. Leer más.