“River Plate, un infalible campeón” con presencia olavarriense | Infoeme
Jueves 25 de Abril 2024 - 21:32hs
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Olavarría

“River Plate, un infalible campeón” con presencia olavarriense

Federico Arce fue partícipe del ascenso de River Plate en la temporada 2003/2004 y recientemente la página de La Liga Nacional recordó aquel equipo. Llegó con la temporada empezada y se consagró campeón por primera vez en su historia.

 

El pivot olavarriense es el jugador local con más ascensos a la élite del básquet nacional, pero en el año 2004 lograba ascender por primera vez con River Plate, en una campaña histórica que recordó la página oficial de La Liga Nacional.

 

Recientemente, se publicó la brillante temporada de River Plate en el TNA cuando consiguió el título y el ascenso en la temporada 2003/04, alcanzando el gran anhelo de trepar a la Liga Nacional de Básquet.

 

La nota de Lucas Leiva: “Autoridad. Si existe alguna palabra para definir la temporada 2003/04 de River Plate en la Liga Argentina de Básquet sin lugar a dudas que ese término sería "autoridad". Y es que estuvimos presente ante un equipo arrollador, ganador por dónde se lo mire, que marcó una de las mejores efectividades registradas no solo dentro de la categoría sino que además de las dos divisiones de la Liga Nacional.

Apenas 7 partidos perdió en toda la temporada, tres por la primera fase y otros cuatro encuentros ya dentro del TNA 1. ¿En Play-Off? Perfecto, sin perder ningún juego, lo cual hace más grande su mote de imponente ya que todas las series que le tocó jugar las definió con un 3 a 0. El total arrojará un registro de 31 victorias sobre 38 presentaciones en todo lo que fue ese periodo. Un equipo que quedará marcado en el recuerdo como uno de los más aceitados que tuvo la categoría.

Aquella temporada 2003/04 River se armó con el objetivo y la única ambición de ascender. No había otra alternativa para el club de Núñez, cualquier otro resultado no iba a contentarlo. Y más allá de contratar algunos nombres importantes y tener en la conducción a un técnico con dilatada experiencia como Mario Guzmán, también hay que destacar que el grupo tuvo a muchos jóvenes que estaban dando sus primeros pasos dentro de la categoría, alguno más talentoso o con más renombre que otro, pero siempre siendo un grupo de chicos llenos de ambición.

Guzmán entonces decidió convocar a dos jugadores importantes para darle bases sólidas al armado. Por un lado pidió la llegada de Gustavo Roque Fernández, un jugador de elite y un armador con una visión de juego tremenda, que venía de jugar en la Liga Nacional tras varios años con Andino de La Rioja, y se aseguró un top. El cordobés tenía algunas ofertas para mantenerse en la máxima categoría, sin embargo optó por sumarse al proyecto de River y acertó con creces.

Otra pieza fundamental y de experiencia en ese River fue Andrés Rodríguez. El interno, que podía jugar tranquilamente en los dos puestos del poste, también venía con una muy buena experiencia, aunque con más años dentro de la Liga Argentina. Fue el primer ascenso para "Andy", que luego ascendió otras dos veces más (con San Martín de Corrientes y con Quilmes de Mar del Plata).

Mención importante para un interesantísimo Mariano Byró, que ya había dado un salto de calidad importante más allá de su corta edad y recordando que había tenido un recordado paso por Echagüe de Paraná. El equipo de Guzmán se completó con Lucas Picarelli que estaba dando sus primeros pasos y debutó en la categoría ese año; un recambio interior con Leonardo Segura; más Franco Marchionno, un histórico de River que venía de jugar en el club desde los '90; y el tirador Federico Radavero.

Como extranjero el equipo fichó a Durelle Brown, un extranjero que ya había tenido un muy fugaz paso por Andino de La Rioja en la 2001/02 de la Liga Nacional y que arribó a River con la intención de ser una de las referencias en el juego interior. El resultado fue más que importante, promediando 18,6 puntos y 5,1 rebotes en 30,5 minutos por juego.

 

 

Otro que se sumó al equipo fue Federico Arce, que venía de jugar Liga Nacional con Estudiantes de Olavarría durante varios años (en el medio incluso pasó por Vélez en el ascenso). Arce aterrizó al plantel con la temporada ya iniciada, ya que en principio el equipo se había cerrado con Fernando Calvi, que venía de jugar varios años en San Andrés antes de su llegada a Núñez pero que tan solo pudo jugar tres partidos en River, ya que se lesionó en los primeros encuentros y no continuó en el plantel.

Al plantel se sumaron algunos jóvenes con varios minutos Joaquín Olmedo, Matías Plut, Sebastián Sevegnani, Dante Pedrazzi y Sebastián Fernández, quienes fueron oxígeno vital para la rotación de los mayores del plantel.

Más allá de haber tenido un paso arrollador, River no tuvo un arranque de temporada sencillo. Y es que el equipo comenzó el año con una dura derrota ante el Quilmes de Mariano Latorre, en el sur bonaerense (81-78).

"Ya nos habían tildado como candidatazos antes de arrancar el año, y me acuerdo que el primer partido de la temporada lo jugamos contra Quilmes. Nos querían matar, porque la realidad es que había una diferencia de presupuesto importante entre los dos y habíamos perdido ese partido, arrancamos mal” recuerda Byró sobre aquel primer partido de la temporada.

Tal y como explica Byró, el equipo tardó un poco en arrancar pero pudo acomodarse rápidamente, y más allá de ese traspié en el estreno luego terminó logrando un rendimiento alto. Desde su sexta presentación en adelante River apretó el acelerador y no aflojó con 9 triunfos seguidos. Cerró la primera fase con todo, sumando 25 puntos y adueñándose del primer lugar de la tabla para entrar al TNA 1 con un récord once triunfos en catorce encuentros.

Volviendo al desarrollo del calendario, el TNA 1 también arrancó con síntomas positivos para los dirigidos por Guzmán, venciendo primero a La Unión de Colón (103-82) y luego a Regatas Corrientes (87-79). Esa racha positiva, que llegó a ser de 11 victorias al hilo entre primera ronda y segunda fase, tendría un freno cuando River cayó contra Conarpesa con un doble de Eduardo Villares en el final (82-80), pero se levantaría rápido con un triunfo sobre Olimpia en Venado (88-66). Volvería a jugar en casa y perder nuevamente, ante el en ese entonces puntero Tucumán BB en suplementario (94-90).

La recuperación de River ante El Nacional en el siguiente encuentro (88-76) permitiría que los de Guzmán regresen a la cima del TNA 1, pero una nueva derrota en la siguiente jornada ante Quimsa (88-85) le puso algo de suspenso a la obtención del uno, más allá de que River no perdería esa condición de líder. Los “Millonarios” se recompusieron en Colón tras superar a La Unión (93-82), y luego también a Regatas Corrientes (97-76) para conseguir mayor estabilidad. Llegó entonces otra victoria clave en Madryn ante Conarpesa, en suplementario (119-116), determinante prueba de carácter; y luego otro triunfazo más ante Olimpia de local (91-86), cada vez más cerca de clasificar entre los cuatro mejores del TNA 1 y entrar directamente a cuartos.

La racha volvió a frenarse contra Tucumán BB en el norte del país (84-79), pero igual River no perdió la punta y dio rápida vuelta de página: 100-88 a El Nacional en Bahía para asegurarse el 1 de la tabla. La última fecha de la regular, la 14° del TNA 1 y ya con todo dentro del bolsillo, el equipo capitalino volvería a festejar luego de imponerse a Quimsa de local (98-76).

River concluyó la fase regular con registro de diez victorias en catorce compromisos (récord 10-4), y sumado al arrastre de la primera etapa concluyó con 36,5 unidades dentro de la tabla, absolutamente líder.

"Era un grupo humano increíble, fue muy lindo haber formado parte de ese equipo. Incluso el extranjero Durelle Brown se había adaptado y era uno más de nosotros. Recuerdo que cuando me llamaron para ir a River me habían dicho que era para salir campeones y ascender, así que estaba muy contento cuando se dio. Armamos un grupo increíble, creo que fue de los mejores equipos en los que me tocó estar. Perdimos solo 7 partidos durante todo el año. Era como entrar a la cancha sabiendo que íbamos a ganar, algo increíble, creo que nunca más viví esa sensación que hasta partidos que estaban casi perdidos sabíamos que los íbamos a ganar", relata Byró, reflejando en palabras un poco de ese perfil altamente ganador del equipo.

La reclasificación arrojó victorias de Independiente de Pico, El Nacional, Conarpesa y Regatas Corrientes. El único que clasificaría del TNA 2 sería Independiente, líder de su grupo en la regular, lo que dejaba dentro del cuadro de los ocho mejores del torneo justamente a casi la totalidad de equipos que había jugado el TNA 1. O sea, sin grandes sorpresas.

Se pasó entonces a una etapa mucho más decisiva, y justamente sería Independiente de General Pico el rival de River en Cuartos. Los de Guzmán venían de casi tres semanas sin competencia, descansados, y sabiendo que eso puede significar un arma de doble filo, la historia en Capital Federal arrancó con grandes emociones y victoria local por 103-101, altísimo goleo y en un juego con un suspenso tremendo, donde los pampeanos casi dan el golpe y roban localía, pero River, de la mano de un doble de Roque Fernández a 9 segundos del final, terminó festejando ante su gente.

El segundo juego, dos días después, River lo volvió a ganar pero con más soltura: 86-76. Así fue mucho más suelto a suelo pampeado, match point y confiado. Y no titubeó, después de llevarse un triunfazo en el Gigante de la Avenida por 94-89 y liquidar la serie por 3 a 0.

Con River en semifinales del torneo, el rival fue El Nacional de Bahía Blanca, que venía de superar una durísima serie contra el duro Tucumán BB (3 a 1). Serie clave, ya que según el formato del torneo de ese año, los ganadores de las semis conseguían sus ascensos y el derecho deportivo de jugar en la A al siguiente año. En la otra llave, el Regatas Corrientes de Silvio Santander y el Conarpesa del Huevo Oscar Sánchez, también se midieron por conseguir el otro ascenso.

Los bahienses, tenían algunos nombres importantes pero River volvió a mostrar solidez, porque más allá de no lucirse tanto ganó el primer encuentro por 75-63 y a los dos días volvió a imponerse, con muchísima más claridad y un juego más fluido, por 108-93. De nuevo, haciéndose fuerte en casa, armó las valijas para ir rumbo a Bahía Blanca y buscar un triunfo más.

Acariciando el ascenso, estando a tan solo un pasito de lograrlo, River llegó a tierras bahienses para concretar el sueño. Era lo que tanto anhelaba desde que arrancó a armarse allá por mediados del 2003, y en aquel tercer juego de la serie en el Osvaldo Casanova tocó el cielo con las manos: 82-81 en un partidazo con enorme suspenso, que casi se lo lleva El Nacional si no hubiese sido por el tiro que no ingresó de parte de Sureda y esa pelota dividida que correspondió a River. Noche mágica para el equipo de Guzmán, que logró barrer una serie más por 3 a 0 y se quedaba con el ascenso.

Llegó entonces la serie final contra Regatas Corrientes, que venía de ganarle con desventaja deportiva a Conarpesa por 3 a 1 y también había ascendido. El objetivo principal ya estaba consumado, que era ese ascenso, pero claro que una final siempre adquiere una mayor relevancia por ese mano a mano por el título. Ambos habían llegado ahí por sus propios méritos y fueron dignos ascendidos, pero había que ponerle la frutilla al postre y River terminó coronándose. Aquel 6 de mayo de 2004, River se bañó de gloria.

Fue 3 a 0 en la serie final, sin dar el brazo a torcer en ningún momento. Ese 28 de mayo, la entidad de Núñez cerró una temporada perfecta, con récord de 9-0 en Play-Off y controlando de principio a fin la 2003/04.

Así fue como River, una institución de prestigio y gloriosa en todas sus disciplinas, terminó firmando una temporada perfecta dentro del TNA 2003/04. Un campeón que quedará en el recuerdo por su supremacía, por esa brillantez en el juego y por ganar también partidos que incluso por grandes pasajes del mismo parecían perdidos. River y su solidez, agregó así su nombre dentro de la gran historia de los campeones de la categoría”.

 

Todo festejo fue para el “millonario” aquella temporada en la segunda categoría y sería el puntapié inicial para el olavarriense Federico Arce que volvería a ascender en la temporada 2004/2005 con Ciclista Juninense y en la 2007/2008 con Ciclista Olímpico.

 

Fuente: Prensa AdC

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