La lluvia pareció anticipar que se venía un día complicado, y así lo fue. El inicio de la quinta audiencia de juicio por Fernando Palahy comenzó recién a las 10, pese a ser pautada para las 8,30. Todo se debió a la demora en el traslado de Walter Ariel Leal, uno de los acusados, desde la Unidad 2 de Sierra Chica hasta los Tribunales de Azul, donde Infoeme volvió a ser el único medio presente.
La situación renueva una polémica, o más bien una necesidad, que no es nueva, y el hecho de que Olavarría debería ya contar con un Tribunal propio, una falta que ojalá se solucione con el polo judicial. Alrededor de una veintena de personas viajaron para ser parte, con pleno temporal desatándose por el centro bonaerense.
En lo que al juicio en sí refiere poco para decir, o quizás mucho. Duró pocos minutos, pero desnudó falencias o complicaciones que despertaron más de una mueca en los presentes. No concurrió testigo alguno, ninguno de los citados, varios de ellos de manera compulsiva por segunda vez. Es decir que nuevamente la policía no los encontró y no pudo asegurar su presencia para que declaren. Parecido lo que sucedió con un joven que está detenido en la Unidad 2. Ninguno vino y todos fueron descartados.
Luego se le cedió la palabra a los acusados, pero tanto Walter Ariel Leal y Diego Pais se negaron a declarar. Por lo que ahora solo restan los alegatos, que darán inicio cerca del mediodía. Las partes tendrán como máximo media hora para presentar sus respectivas hipótesis del caso y luego requerir ante los jueces del Tribunal Oral N.º 1 el monto de pena que, según su óptica o estrategia, consideran justo.
Vale recordar que la querella se ve encabezada por el fiscal Cristian Citterio y complementada por la doctora Elda Donatelli, quien como particular damnificado representa a la familia Palahy. Frente a ellos los dos defensores oficiales de Olavarría, Soledad Kelly y Gustavo Emiliozzi, asisten legalmente a los imputados.