Tras el acto de asunción del Intendente Galli y su equipo de secretarios, el jefe comunal realizó un repaso de lo realizado, hubo muchos agradecimientos y la búsqueda de nuevos consensos para romper con la grieta. Incluso, agradeció la predisposición de la oposición.
Pero, entre los primeros agradecimientos, dio gracias a su esposa, a sus hijos, a sus padres, su hermana, los amigos, a Jorge Larreche, María Eugenia Vidal y Mauricio Macri. También “Gracias a los que no me apoyaron, porque me dieron aún más fuerzas para seguir hacia adelante”.
“Me defino como un hombre de hechos, pero las palabras, muchas veces son importantes, y hoy cobran aún más importancia” y resaltó su decisión de “salir de mi zona de confort, esa zona, peligrosa a veces, que nos paraliza, quise formar parte de un cambio, dije que podía hacer mucho más que sólo trabajar o formar una familia. Que es mucho, pero yo sabía que podía y quería hacer más”.
Hoy, tras su reelección como Intendente de Olavarría, “estoy convencido de que la política es una herramienta de transformación, para enfrentar necesidades, las que son casi infinitas y nuestros recursos finitos, pero una herramienta pacífica para la transformación”.
En su forma de trabajar, por otra parte, señaló que “no hay magia” y que aprendieron del “escuchar, pensar, planificar y gestionar, porque si la política se cierra al aprendizaje o al diálogo, todo lo que sigue es desacertado”.
“Nuestra metodología seguirá siendo escuchar, pensar, planificar y hacer”.
Tras ello, hizo un breve repaso de la gestión, donde resaltó la transparencia, un Estado más moderno, enfatizar la educación y su infraestructura y priorizar la Salud.
En un cambio de tema, admitió que “la Argentina está frente a un gran desafío, lograr crecer, lograr salir adelante. No hay tiempo, ni ganas, ni intenciones de separar, todo lo contrario, tenemos que estar juntos para hacer por Olavarría; por la Provincia y por el país”.
En un discurso “antigrieta” Galli señaló que “cualquier intento por diferenciar, segregar, no escuchar o no dialogar es una invitación a la involución. Tenemos la histórica oportunidad de crecer sin tener la necesidad de pensar por igual”.
En este sentido, dijo que “un presidente entrante y uno saliente compartieron mucho más que una Misa y un vaso de agua en Luján. Sin dudas que hay diferencias, qué sería de nosotros si no las tuviéramos. Pero no compartieron un vaso de agua ni una foto. Compartieron el deseo de que todos los argentinos podamos vivir en paz, con educación y con proyectos”.
De hecho, aprovechó para agradecer “a nuestros opositores, por competir en paz con el vecino de Olavarría como prioridad. Fue un gran honor competir en estas elecciones y será un orgullo poder seguir haciendo política con ustedes. Así seguiremos fortaleciendo las instituciones”.
Citó a Raúl Alfonsín para cerrar este punto: “Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva la política democrática”.
Para cerrar, Galli hizo un pedido: “tenemos una meta, hacer una Olavarría más próspera, más productiva, más sustentable. El camino para lograrlo está en nuestras manos. El camino es el diálogo, la unión, la participación en paz”.
“Si a éstos sumamos el trabajo y el esfuerzo, sólo tendremos un resultado: Hacer una ciudad para que nuestros hijos y nietos elijan vivirla y disfrutarla” cerró el jefe comunal, ante la ovación de los presentes que celebraron una nueva jura, la segunda, de Ezequiel Galli.