Tras el veredicto que determinó la culpabilidad de Susana Stuñek por “homicidio simple” tras el crimen de María Elena Vigneau, el abogado defensor de la imputada, Gustavo Herrera, señaló a Infoeme que la estrategia “estaba más enfocada en una emoción violenta dado las características de la personalidad de mi asistida. Realmente no creíamos en los agravantes”.
En este sentido, dijo que “estábamos convencidos de una situación un poco más benévola en el buen sentido, porque no existían pruebas ni elementos para agravar el hecho en sí. Hicimos un reconocimiento de autoría porque no discutíamos eso. Queríamos que quede claro que no existían los elementos para agravar”.
De hecho, entiende que el veredicto determina un homicidio simple porque los agravantes “no se pudieron configurar bajo ningún concepto. Lo que bien había propuesto la fiscalía esta defensa lo entendió y lo demostró a lo largo del debate”.
“El homicidio simple me da de alguna manera la razón en eso aunque yo entendía que estaba bajo emoción violenta por todos los acontecimientos que rodearon al caso personal y extrapersonal”.
En el caso de la emoción violenta, Herrera señaló que se diferencia del homicidio simple porque “la pena que se pide es mucho más diferenciada. Pero teniendo en cuenta lo que había solicitado el agente público fiscal que era máxima pena, de perpetua, nosotros entendíamos que era demasiado exagerado que una persona termine presa de por vida cuando no están los elementos como para que eso suceda”.
Con respecto al monto de la pena, que se determinará el martes, “no tiene agravante, no tiene condena y buena conducta, puede ayudar para una pena mucho menor que lo que pidió la fiscalía”.
“Nunca quiso lastimar a la señora, fue la circunstancia de un hecho pero no fue con esa intención” insistió al finalizar Herrera.