Otra vez el Teatro Municipal de nuestra ciudad fue testigo de una gira íntima de un gran músico de nuestro país. Ya había pasado Pedro Aznar con una propuesta acústica e íntima, pero en la noche del sábado 28 de abril fue el turno de Iván Noble, quien realizó un recorrido de sus clásicos con “Caballeros de la Quema” como también de su carrera solista.
El reloj marcaba las 21:16 cuando el músico subió al escenario a enfrentarse a un buen marco de público que esperaba expectante la propuesta que presenta “Al fin solos”. “Pan y agua” iba a ser quien rompa el hielo de una noche que prometía, y que cumplió.
“Hacia un tiempo bastante largo que no estaba por Olavarría. Este tipo de shows es ideal para estos lugares, la idea es que conozcan las canciones como eran antes de ser grabadas” detalló Noble antes de la seguidilla de canciones solistas, comenzando por “Como el cangrejo” y siguiendo con “De Wilde a la cima” y “Malas temporadas”.
En un formato que no solo fomenta la intimidad con el público, sino también la complicidad, el cantautor explicó que “los que escribimos canciones somos unos chantas, lo único que queremos es que ustedes nos quieran, parecemos mejores tipos de lo que somos. Pero de vez en cuando hacemos alguna canción que se parece más a nosotros” para dar pie a “Perdido por perdido”, canción que fue acompañada por “Del montón”, “Pistolas al amanecer”, “Malasangre”, “A los leones” y “Princesa tibia”.
Ya con mitad del show realizado, llegaría el momento de los clásicos, que siempre apela al recuerdo. Quienes se acercaron al espectáculo comenzaron a acompañar cantando canciones como “Otro jueves cobarde”, “Fulanos de nadie”, “Abrazame”, “Dame un motivo” y “Sapo de otro pozo”.
“Un minuto antes de quererte” logró que el público estalle en aplausos, sabiendo quizá que la noche se iba terminando. La primera despedida de la noche llegó con “Olivia”, pero estas historias nunca terminan ahí.
La vuelta al escenario fue tras una catarata de pedidos. “Fue un placer, les agradezco la atención y la complicidad” describió Iván Noble antes de cerrar con los ya conocidos y clásicos “El chico de los mandados” y “Avanti morocha”.
En resumen, “Al fin solos” fue expectativa y realidad. Quienes se acercaron entendieron que la propuesta se basaba en la intimidad y la complicidad, y así se cumplió para crear una noche que será difícil de olvidar.