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Mauro Szeta, especial para Infoeme
Es cierto que los boqueteros volvieron con poca efectividad, pero volvieron al fin. Y si volvieron es porque buscan el efectivo seguro, el cash, el líquido.
Primero intentaron con un boquete fallido en la avenida Rivadavia. Sólo por el paso fortuito de un gatito, el piso de una relojería se vino abajo, y se descubrió el túnel.
En ese mismo lugar, hace meses habían descubierto ya otro boquete que daba a otro banco.
El fin de semana, le tocó el turno a un banco de Monte Grande. Los boqueteros estuvieron a metros de conseguir su objetivo. Cavaron y cavaron con la excusa de montar un vivero y quedaron a metros del tesoro, pero el tiro del final no les salió.
Boqueteros por un lado, y ladrones de blindados por otro. Parecían dos metodologías delictivas en desuso, pero están ahí, decididas a dar batalla. Preocupante.