Un operativo realizado por el Departamento de Investigaciones contra la Trata de Personas de la Policía Federal Argentina (PFA) permitió rescatar a 74 personas en situación de esclavitud, entre ellas 15 menores de edad.
Según confirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, todas ellas eran explotadas en condiciones infrahumanas en talleres textiles clandestinos del conurbano bonaerense.
La intervención, encabezada por fuerzas federales en coordinación con el Ministerio de Seguridad de la Nación, derivó en la clausura de siete talleres ilegales, donde las víctimas —mujeres, hombres, niños y niñas— eran obligadas a trabajar en jornadas extensas, sin acceso a derechos laborales, documentación o libertad de movimiento.
El procedimiento incluyó la detención de nueve personas, señaladas como responsables de una red de trata con fines de explotación laboral.
Durante el allanamiento, la Policía Federal detectó un sistema de explotación conocido como “cama caliente”, en el que los trabajadores se turnaban para usar las mismas camas en distintos horarios. Esta modalidad representa una de las formas más extremas y crueles de precarización y encierro.
“Esta es la esclavitud moderna del siglo XXI. Esto es lo que se llama un taller de cama caliente. Acá, mientras uno trabaja, los otros duermen en esa cama. Es la forma en que utilizan a la gente que no tiene ningún tipo de derecho”, señaló la Ministra.
Bullrich también remarcó el drama que viven las víctimas de estas redes criminales: “Está lleno de chicos, está lleno de mujeres. No saben ni dónde viven, no saben dónde están, no las dejan salir”.
La Ministra aseguró que con este operativo no solo se logró la desarticulación de una organización mafiosa sino también la posibilidad de dar un nuevo rumbo a decenas de personas que vivían en cautiverio: “Este gran trabajo de la Policía Federal Argentina (PFA) y el equipo de rescate ahora le va a dar un destino de vida y libertad a la gente que fue liberada”.
El procedimiento se desarrolló en una zona del conurbano que, según describieron fuentes oficiales, operaba como “zona liberada” hasta la intervención del DFI de la PFA. El operativo fue posible gracias a tareas de inteligencia, seguimiento y denuncias previas. Las víctimas fueron puestas bajo resguardo y contenidas por equipos interdisciplinarios del Estado, mientras que los detenidos quedaron a disposición de la Justicia Federal. (DIB)