Este domingo 1 de octubre a las 21 horas se llevará adelante el primer debate presidencial del 2023 que tendrá algunas singularidades y normas muy estrictas de comportamiento: estarán prohibidas las opiniones personales y las agresiones, sólo podrá haber lapiceras y pocos papeles en los atriles y los candidatos podrán hacer preguntas cruzadas con sus oponentes y accionar botones luminosos para pedir el "derecho a réplica".
Así fue establecido en el reglamento diseñado por la Cámara Nacional Electoral (CNE) y firmado por los cinco candidatos presidenciales que competirán en las elecciones del 22 de octubre y participarán del primer debate obligatorio en la Universidad Nacional de Santiago del Estero, donde disertarán sobre economía, educación y derechos humanos.
Además, en un pormenorizado reglamento, que contempla desde las necesidades de "maquillaje" de los postulantes hasta el tipo de comida prevista para el evento ("alimentos suaves y ligeros"), se incorporó la modalidad de "preguntas cruzadas" y cinco oportunidades para que cada postulante utilice un botón con luz y solicite su "derecho a réplica".
El primer debate presidencial de este domingo, a sólo tres semanas de la elección del 22 de octubre, tendrá como moderadores a los periodistas Rodolfo Barili, Evangelina Ramallo, Esteban Mirol y Lucila Trujillo.
Al inicio del intercambio, Sergio Massa (Unión por la Patria-UxP), Javier Milei (La libertad Avanza-LLA), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio-JxC), Myriam Bregman (Frente de Izquierda Unidad FIT-U) y Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) tendrán un minuto libre para su presentación y luego dos minutos por cada eje temático para desarrollar sus propuestas.
Después será el turno de los "derechos a réplica" y finalmente llegará el momento de las "preguntas cruzadas".
Todos los aspirantes a la Presidencia podrán hacer una pregunta a cada uno de sus adversarios y tendrán apenas 15 segundos para interrogar y 45 segundos para responder en el debate que el domingo se hará en el Centro de Convenciones Provincial Forum de Santiago del Estero.
Según la CNE, esta primera disputa por la audiencia y por el segmento indeciso del electorado durará 2 horas y 10 minutos -si se cumplen a rajatabla los tiempos previstos-.
Para el intercambio se fijaron rigurosas pautas de comportamiento
Una lapicera y sólo cinco hojas manuscritas o impresas -de tipografía no mayor a 14-, será lo único permitido en los atriles de los candidatos. "Ni láminas, ni diarios, ni revistas" y mucho menos teléfonos celulares o tablets.
También se establecieron normas que apuntan a sostener un "respeto al diálogo sin conducta agresiva ni alusiones personales", que promueven un "trato cordial" y buscan "evitar cualquier tipo de agresión a titulo personal".
La pérdida del derecho a réplica es una de las penalidades contenida en las 22 hojas del Reglamento, en el que además se establecieron criterios de mantener un absoluto silencio en la sala del debate.
En otro extremo, los preparativos también incluyeron límites en el número de personas que podrán acceder al espacio donde se concretará el debate: sólo 25 asesores o dirigentes (5 por cada fuerza).
"Si algún candidato prefiere contar con sus propios servicios de maquillaje y peluquería" tendrá que informarlo con anticipación es otro de los puntos del Reglamento, que prevé también para el sábado -un día antes del debate- una "visita" al Centro de Convenciones para que los candidatos "se familiaricen con la escenografía y con la ubicación del atril asignado".
La filmación estará a cargo de la Cámara Argentina de Productores Independiente de Televisión (CAPIT) y será transmitido en directo por los medios nacionales estatales y puesto a disposición de todos los medios del país que deseen retransmitir en forma gratuita el debate.
También podrá verse via streaming en el canal YouTube de la CNE y estará suspendida la publicidad electoral y los anuncios de Gobierno mientras transcurra el debate.
La ley 27.337, que regula los debates presidenciales, establece la obligatoriedad de los candidatos a participar del debate y, en caso de incumplimiento, la organización política a la que pertenece el postulante pierde el espacio publicitario audiovisual para su campaña.
Con información de Télam.