Por Luciana Pedernera
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“A las energías de ese lugar no les gustaba nuestra presencia, hasta que nos pidieron que nos fuéramos y nos fuimos”, relata Mariana, sobre su experiencia en los Menhires de Sierra de la Ventana.
“Creer o reventar”, dice el dicho, pero ella no ha sido la única que percibió energías en alguno de los tantos lugares que ofrecen las sierras. De hecho, Mariana recorrió 600 kilómetros junto a cuatro compañeros de Dogma Argentina, para investigar sobre experiencias paranormales en Sierra de la Ventana.
Dogma Argentina es un grupo de personas que investigan y estudian lo paranormal. Bajo ese concepto fueron convocados por residentes de Sierra de la Ventana a indagar sobre algunas inquietudes y vivencias que atravesaron a turistas y locales. Este fue el primer viaje que hicieron pospandemia.
“Nos habían hablado mucho de Sierra de la Ventana, de las historias y los lugares, tiene un montón para investigar, pero como solamente fuimos un fin de semana tampoco podíamos abarcar mucho”, expresa la investigadora.
La investigación
El destino de este largo viaje era realizar una investigación ovnis ufóloga: “Se hace a la noche, arriba de las sierras. Íbamos a ir a las ruinas de Sierra de la Ventana pero como hizo mucho frío fuimos al círculo de Menhires”, explica Mariana.
Los Menhires es un lugar donde hay un gran círculo de piedras con una piedra grande en el centro y aun costado habría una tumba. Según los nativos este es un escenario de “ritual”.
“Nosotros fuimos a medir el campo electromagnético y ver si nuestros equipos reaccionaban con preguntas. Los equipos funcionaron, en momentos hemos tirado palabras y tuvimos interacción, no mucha porque fue en campo abierto y es mucho más difícil”, indica.
Si bien aún resta que el equipo comience a realizar un profundo análisis de las filmaciones que se realizaron durante la jornada por el momento saben que los aparatos funcionaron “con energías externas”.
“Fue una investigación muy linda, mi experiencia personal de la parte espiritual fue bárbara. Nos pasaron cosas distintas a cada uno de nosotros. Cuando yo estuve en ese lugar que dicen que es una tumba me encontré con una energía muy fuerte que me rechazaba, todo el mundo dice que los investigadores paranormales no tienen miedo, sí tenemos miedo, a mi ahí me agarro mucho miedo, me quería ir”, recuerda la médium.
Seguidamente señala que quizá algunas cosas no se hicieron como debían: “Al rato nos dimos cuenta de que hicimos un paso que no tendríamos que haber hecho. Entramos al círculo sin pedir permiso, estaban como enojados porque había mucha gente que transgredió su territorio sin pedir permiso. Dimos marcha atrás, pedimos permiso, hicimos una oración y cuando bajo a tranquilidad ahí empezamos a acceder”.
“No es que tengamos un don pero cada uno tiene una sensibilidad un poco más diferente el uno con el otro y nos complementamos muy bien. Sentimos energías negativas que no querían que entremos. Tuvimos sensaciones que nos alteraron los sentidos, pero no son evidencias comprobables porque son sensaciones, las comprobables son las visuales o sonoras”, precisó.
Los resultados
Algunas de las imágenes tomadas durante el trabajo de campo que se realizó el fin de semana pasado serán compartidas en un Facebook Live de la página Dogma Argentina el próximo miércoles 27 de octubre, donde también dejarán su experiencia cada uno de los investigadores que participó.
Este trabajo contó con la participación de cinco investigadores con sus respectivas especializaciones: Mariana realiza mancias y radiestesia, Ariel especialista en tecnología y profesor, Martín coordinador de grupo y ufólogo, Karina quien es ufóloga, comunicadora y manager y Diego que se desarrolla en el área multimedia.