En diálogo con Mundo D, Gustavo Fernández habló de todo: de Estudiantes en su época como jugador y su carrera como DT, la suspensión por el coronavirus y sus hijos -también deportistas-.
La nota de Mundo D: “Gustavo Fernández es «el Lobo» mayor de una familia de deportistas y bien cordobeses. El más grande de los Fernández no pudo concluir su tercera temporada como entrenador de Estudiantes de Olavarría debido a la suspensión de La Liga Argentina, segunda categoría en el país, por el coronavirus, mientras espera lo que vendrá.
Es el papá de Juan Manuel -base del Trieste de la Liga A de Italia- y de Gustavo el otro “Lobito”-cerró el 2019 como número uno del mundo en tenis en silla de ruedas-. “El Lobo” fue cinco veces campeón de La Liga Nacional y compartió una larga charla con sobre el pasado, el presente y el futuro.
La cuarentena la pasa en Río Tercero y desde allí sostuvo: “me muevo poco, cumpliendo lo que piden, y me quedo adentro de casa si no hay nada por hacer afuera. Lo más importante, tratando de sostener la cabeza para no maquinar de más con la incertidumbre que hay” cuenta Gustavo Fernández.
“Secuelas van a quedar de esto, veremos cómo salimos, ver cómo queda el club… Estuvimos hablando para renovar el contrato por dos años pero ahora no es fácil proyectar” resalta el entrenador de Estudiantes que se encontraba en la tercera colocación de la Conferencia Sur a la hora de la suspensión y club que le abrió las puertas en la temporada 14/15.
“Me siento bien, sumando experiencia y me siento cómodo en el rol de entrenador”, confesó “el Lobo”, quien el pasado 14 de mayo cumplió 52 años y en el medio llegó a dirigir en La Liga Nacional, en Boca, otro club que lo tuvo como campeón en su época como jugador. Fue en la temporada 2017/18, pero a la mitad, el ciclo se terminó.
En enero de 2018 dejó el equipo. “Me faltó conocer un poco el jugador de Liga de ahora. En el TNA el jugador es más amateur, más allá que es profesional, en lo humano y en la cercanía”, explicó y agregó: “No estaba de acuerdo con el estilo profesional de los jugadores, y no lo digo por los chicos de ese plantel de Boca, que se cuidaban y entrenaban, pero yo que compartí con excelentísimos jugadores, tengo otra visión de la formación de los grupos”.
“No me puedo manejar por fuera de esos valores, es mi forma de ser”, apuntó Fernández que sostuvo que “mi meta más corta es volver a dirigir en la Liga Nacional. Tener otra oportunidad, con más experiencia. Encarar de nuevo un equipo de la Liga".
Los Fernández y el deporte
La familia Fernández, que integra también Nancy Fiandrino, la esposa del “Lobo”, está desparramada por el mundo, pero siempre encuentra un momento del año para reencontrarse, lo que será difícil este 2020 de pandamia. Y el deporte ocupa un lugar central en esas largas charlas.
“No faltan los análisis deportivos, pero con lo humano metido en el medio. Aún sin saber de tenis, puedo ver cómo se siente Gustavo… O viendo a Juan me doy cuenta si está bien o no. Y ellos lo mismo conmigo” resaltó el papá Fernández.
“No necesito la aprobación de los demás para ser feliz. Es lindo que la gente te reconozca o valore, pero nunca fue eso lo que busqué. Ahora mis hijos están cosechando ese respeto, todo llega a su tiempo. Por ahí salí campeón y no me renovaron el contrato pero yo siempre me sentí valorado y respetado. Si tengo que optar por algo para dejarle a mis hijos es el respeto por encima de los títulos” comentó el entrenador del “bataraz” consultado sobre que les deja a sus hijos y su forma de ser.
En su carrera como jugador profesional, Gustavo Fernández disputó 16 temporadas en la Liga Nacional. Debutó el 12 de enero de 1990 contra Gimnasia jugando con la camiseta de GEPU de San Luis y se consagró en 90/91 y 92/93.
La temporada siguiente jugó en Atenas y en las siguientes llegó a Boca donde conquistó el título, un campeonato muy especial para él porque “nos estábamos recuperando de los problemas que tuvimos con Gusti, y creo que fue el más importante. Fue un empuje grande para nosotros”.
Entre 1997 y 2002 defendió la camiseta del equipo que lo tuvo como entrenador la pasada temporada, Estudiantes de Olavarría, donde logró los últimos dos festejos en la Liga: en 1999/2000 y 2000/2001 donde destacó el primer logro “fue una sensación única por la cantidad de gente que nos apoyó”.
Cerró su carrera profesional en la Liga Nacional en Quilmes de Mar del Plata, entre 2002 y 2005".
Fuente: Mundo D La Voz // Marcelo Chaijale