Anahí Lemma - Yesica Guevara
@AnahiLemma @yesicaguevara29
Alrededor de 40 equipos le dan marco al básquet platense en todas sus divisionales y categorías, pero Chacarita Platense y Florencia Cirigliano quedarán en la historia por haber logrado mucho más que un campeonato: se convirtieron en el primer equipo masculino en Primera División guiado por una mujer.
Casi medio centenar de mujeres se acercaron al Club Atenas de La Plata a revalidar su carnet de entrenadoras de básquet. Entre ellas, se encontró Florencia Cirigliano quien en uno de los recesos habló con Infoeme sobre su experiencia reciente, el feminismo como parte del proceso de igualdad de derechos en el deporte y lo que extraña de Olavarría.
“Cuando Mauro Díaz -el entrenador en jefe- me lo propuso me llené de preguntas: iba a poder o no, iban a estar los chicos dispuestos a escuchar lo que les dijera, si estaba a la altura de las circunstancias y otro montón más”, dijo Florencia quien también es profesora de Educación Física.
Florencia no se quedó con esos interrogantes, se animó a enfrentar sus propias estructuras y derribó barreras ajenas. Hoy transita la felicidad de “una nueva experiencia, porque siempre entrené minibásquet pero en definitiva es el mismo deporte y creo que parte de aprender es aceptar nuevos desafíos y entender que ser mujer o no, no tiene que ser condicionante en absoluto de poder estar a cargo de un equipo masculino, sea una semana un mes o un año”.
“Flori” estuvo a cargo de Chacarita Platense mientras el entrenador viajó por vacaciones y en el Centro de Fomento Gonnet tuvo la oportunidad de dirigir al “funebrero” en un partido oficial dentro de la Divisional B-2.
La ex jugadora de Ferro sostuvo que “fue toda una novedad lo que pasó, pero yo espero que las repercusiones que tenga sean buenas y sirvan para que deje de ser una noticia tan novedosa y pase a ser algo cotidiano. Una mujer en un rectángulo de juego no debería ya de asombrarnos, sea en el rol que sea”.
“Ha habido muchos avances en cuanto al rol que ocupamos en el deporte, se han logrado ganar espacios que antes eran impensados para nosotras y por supuesto que esto se da de la mano de todo el movimiento feminista”, dijo con el pañuelo verde anudado en su mochila como testigo.
“El feminismo nos permitió visibilizar la desigualdad que existe en la sociedad en general y en el deporte en particular entre hombres y mujeres, es un proceso que no debe dejar de avanzar y en el básquet platense recién los últimos dos años se empezó a ver un cambio y a tener la mujer un poco más de participación, pero por supuesto que falta mucho todavía”, analizó.
Mientras intercambia saludos con los diferentes entrenadores de La Plata y la zona que se vieron afectados a la Reválida obligatoria de la Escuela Nacional de Entrenadores de Básquet el pasado fin de semana, Cirigliano recordó que hace 2 años llegó a Chacarita Platense como jugadora pero “como trabajaba en otro club recién este año acordamos con Mauro -Díaz- que sea su asistente”.
La olavarriense que jugó también al handball y varias competencias nacionales ya siendo basquetbolista del Club Ferro recordó su paso por el “carbonero” y aseguró que “jugar en mi club es lo que más extraño además de la competencia en sí”.
“La Asociación Platense de Básquet tiene como virtud que escucha y está acompañando a quienes queremos realmente que el básquet femenino se desarrolle”, señaló. Florencia no se conformó, sino que analizó el contexto y piensa en las conquistas que faltan: “en contrapunto como ya está el torneo, no se trabaja demasiado como para mejorarlo ni tampoco se aplican de la misma forma los recursos para el femenino como con el masculino, por ejemplo. Que no haya una real institucionalización del básquet femenino creo que es una de las grandes problemáticas”.
De eso se trata, de cuestionarlo todo y no conformarse con migajas. De conquistar derechos y abrir camino para las que vendrán. Florencia como tantas otras mujeres luchan día a día por su lugar, su hora en el club y por una competencia real que permita notorias mejorías en la disciplina.
“Trato de disfrutar el básquet, sea cual sea el club o las metas”, afirmó. Y de metas sí que sabe la olavarriense que quedará en la historia por ser la primera mujer en dirigir la Primera División en una ciudad que vive básquet y donde por primera vez el resultado no es lo que más importa. Porque el deporte, también será feminista o no será.