Ya si esta historia no te conmueve. Un hilo de Twitter que se viralizó, un relato de amor, fe y empatía con los animales. “Vi algo que se movía entre el pasto y el agua” comenzó contando el rosarino Matías Cejas en su perfil de la red social del pajarito.
Iba manejando y a la marcha no la detuvo, Matías siguió pero le quedó “dolor y vacío”, él no podía irse, hacer como si nada. Prometió frenar. “Te vi, te morías”.
El escenario: un zanjón en inmediaciones de ex Circunvalación y Pellegrini. “Con el agua al hocico. No te movías, no reaccionabas, nos mirabas. Recuerdo que tenía mis zapatillas nuevas, no importó. Cómo pudimos te levanté y te cargué al auto. Corrimos a una veterinaria, los olores y los pronósticos estuvieron lejos de ser buenos”.
Matías se animó. No hizo caso omiso a la desidia. Sed, hambre, golpes, ampollas, suciedad. “Eras todo lo malo. Pero tú mirada era todo lo bueno”, recordó destacando que había fe. Esa fuerza que impulsa a creer y seguir, a no bajar los brazos.
Ahí comenzó todo, una vuelta de rosca en el destino de este noble animalito. Matías cuenta que se portó ‘como un duque’ y gracias a ese comportamiento nació su nuevo nombre, si es que alguna vez tuvo uno, en fin, “Duke” con k “para que suene más genial”.
Tras la atención veterinaria, lo llevó a su departamento y el color de la historia comenzaba a mejorar: “Te recuperaste de a poco y hacías compañía, todo pintaba para bien. Dormías en cualquier lado, tranquilo”, relató.
El tiempo pasó y en la vida de Matías comenzaban cambios y había que encontrarle otro lugar a “Duke”. “Necesitábamos que tuvieras tu espacio. Te conseguimos una cucha muy grande (usada pero te gustó) y la casa familiar de mi novia, fue tu nuevo hogar”.
La calma que antecede al huracán. Un nuevo golpe. Otro trago amargo pero fe, siempre fe en esta historia. Siempre fuerzas. “Todo parecía ir para mejor, pero te tocó lo más difícil, lo malo volvía para hacerse notar, una vez más. Tal vez una de las razones por las que te dejaron a tu suerte y los cobardes te abandonaron a la muerte. Empezaste a convulsionar. Una y otra y otra y otra vez. Pero había fe”.
Contó que llegó a tener más de 10 convulsiones en poco más de media hora. “No te movías, te nos ibas, otra vez. Gracias a Gastón y Eliana Nielsen en Piny Pet's, te pusimos en carrera, no te ibas a ir sin dar pelea”. Pronóstico reservado pero cuidados cargados de amor, caricias y la promesa “de volver al día siguiente”.
“Duke” de a poco se fue levantando, tomó impulso. Los días tirado y sin fuerzas fueron quedando atrás. Una inyección, esta vez no de medicación y sí de vida, lo cambiaron todo. “Por fin, la suerte nos sonreía”.
El 21 de Julio, en el Día Internacional del Perro, le encontraron una familia, “que va a cuidarte como se debe, amarte como nosotros y darte todo lo que en tu vida perruna faltó. Gracias a Oriana Álvarez, por tomar este compromiso. Ya te vemos en su mesa familiar”, manifestó Matías ya culminando el relato.
Está feliz de que aquel día que vio algo moverse no miró para otro lado. No fue indiferente. “Hoy tengo el corazón lleno. Solo queda agradecer a quienes me dieron una mano y a @CamilaSesan que me acompañó en todo este periplo. Y gracias a vos Duke, por no rendirte”. Ya para el cierre, recordó lo más importante “Adoptá, no compres”.