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Daniel Lovano / Infoeme.com.ar
El equipo más poderoso del Noreste argentino, con uno de los presupuestos más altos del campeonato Argentino “Aâ€, vive un presente para nada positivo: por un lado condicionó sus chances de ascenso al empatar como local frente a Talleres y está inmerso en una dura pelea con el principal medio periodístico de Misiones.
El viaje a Olavarría lo sorprende en una disputa con el gremio periodístico misionero, luego de que el pasado 24 de marzo se le impidiera el acceso al estadio “Andrés Guacurarí†Gustavo Hollmann, el hombre del diario “El Territorio†asignado para la cobertura de la campaña del “Colectiveroâ€.
Desde ese momento, el diario más importante de la provincia sólo pone una mínima información de sus partidos, tanto como local o como visitante.
Como sucede desde su desembarco en los principales torneos del Consejo Federal, Crucero del Norte se armó para ascender gracias al poderío económico de la familia Koropeski, que no sólo es el propietario de una de las líneas de larga distancia más importantes del país, sino que cuenta con un servicio de taxis aéreos, está construyendo en Cataratas el Resort Grand Crucero, un cuatro estrellas con 90 habitaciones.
Si bien Crucero del Norte tuvo un humilde inicio en 1949, con Don Demetrio Koropeski a la cabeza -el padre de Julio-, hoy se jactan de tener “la flota más moderna del país†en buses, tal como asegura su slogan. Como si no alcanzara con este aporte económico, la yerbatera Rosamonte también está detrás del equipo que pretender regresar al fútbol misionero a la B Nacional.
Para esta temporada mantuvo la base del último equipo que fue protagonista y sumó otros nombres que, sin ser grandes figuras, se acoplaron muy bien a lo que pretende el entrenador Pedro Dechat, el mismo que consiguió el ascenso hace tres temporadas atrás.
La principal figura del equipo es el delantero Fernando Márquez, una joven promesa que se inició futbolísticamente en Unión de Santa Fe y que no tardó en responder en el Colectivero. Actualmente es el segundo máximo goleador del equipo por detrás del paraguayo Martín Escobar Fretes, y es la carta más desequilibrante que tiene el plantel.
El tema es que el “Cuquiâ€, así le dicen al delantero, además está rodeado de hombres de buen pie, como Franco Cabrera y Pedro Brítez, mientras que Leandro Martínez es la referencia en el punto penal. El que mejor se asoció de los ‘nuevos’ es el mediocampista Pablo Motta, quien se caracteriza por la entrega, pero que también tiene mucha llegada al gol.
El punto fuerte de todos los equipos que armó Dechat es la defensa, y este equipo justamente se caracteriza por la solidez defensiva, sobre todo en la zaga, donde cuenta con dos pilares que se destacan en el juego áreo.
Es un equipo que trata de salir por abajo, con el criterio que aporta Marczuk en el medio, aunque la explosión comienza cuando la agarran los más dotados técnicamente. Juega con el tradicional esquema 4-4-2, aunque los carrileros en ocasiones aparecen como dos atacantes más cuando Crucero se manda al ataque.
Se hizo fuerte en su reducto de Santa Inés, aunque también demostró sentirse muy cómodo cuando juega afuera, donde cuenta con espacios para lastimar de contra y no tiene que asumir el rol protagónico.
Frente a Talleres, el pasado domingo, se plantó con:
Julio Gaona (ex arquero de Rosario Central, Olimpo, Arsenal, Quilmes, Rafaela); Gustavo Semino (ex Unión, Platense, Rafaela, Rangers de Chile, y Gimnasia La Plata entre otros), Rolando Ricardone, Gabriel Tomasini (ex Rafaela y Brown de Madryn) y Dardo Romero; Pedro Brítez, Carlos Marczuk (ex Instituto, Rafaela, Unión de Santa Fe), Franco Cabrera y Pablo Motta; Fernando Márquez y Fernando Zampedri.