Por Camila Ale
A través de un grupo de Telegram, con más de 11 mil miembros, varones tucumanos difunden fotos, videos e información sensible de mujeres, sin su consentimiento. Lamentablemente, ni sus propias novias o hermanas, ni adolescentes menores de edad, quedan exentas de esta violencia sexual y de género. La información trascendió a través de una usuaria de Twitter que pudo sacar capturas de pantalla de algunas conversaciones.
En este sentido, la directora de Políticas de Género, Florencia Caro en diálogo con Infoeme habló sobre la coacción que ejercen los varones, de los marcos legales en relación a la última década con la mal llamada "pornovenganza" y cómo se pueden afrontar estas situaciones en nuestra ciudad. "Nos hemos encontrado con un gran avance de la tecnología y redes sociales, sin embargo en materia de leyes hay poco avance o vacíos legales", introdujo y agregó que este progreso en la comunicación afecta de igual modo los aspectos reales en la vida de las personas.
"Estamos totalmente atravesados y atravesadas por las TIC pero los marcos normativos no han acompañado en esa misma velocidad", remarcó Caro. En el caso de la violencia digital hay muchos proyectos nuevos, que algunos son impulsados por la Organización de los Estados Americano. Por ejemplo, la Ley Olimpia fue aprobada el 5 de julio en la Cámara de Diputados por mayoría con 191 votos a favor, 2 en contra de Javier Milei y Victoria Villarruel (La Libertad Avanza) y 1 abstención de Carlos Zapata (Ahora Patria en alianza con La Libertad Avanza). Estuvieron ausentes Carolina Piparo (La Libertad Avanza) y José Luis Espert (Avanza Libertad ahora en Juntos por el Cambio).
El más notorio, es el de la Ley Belén que a principio de mes tuvo media sanción en la Cámara de Diputados y pasó al Senado a raíz de el suicidio de Belén San Román, una policía rural que recibía constantemente amenazas de su expareja, quien luego difundió material íntimo sin consentimiento. Ella vivía en una ciudad pequeña, donde todos los compañeros de trabajo los amigos hasta los familiares de la víctima pudieron ver esas fotos y ella, a raíz de esa situación de violencia, decidió terminar con su vida. Para Caro, "el hecho de que sea digital no quiere decir que no sea real para las personas y que no impacte en su subjetividad con un enorme daño psicológico y físico tan extremo", subrayó.
Desde los movimientos de mujeres plantearon a la justicia esta situación de comience a tratar con la figura de suicidio feminicida, ya que la persona que cometió este acto de violencia a Belén no sufrió ninguna condena en la justicia, aún no está tipificado como un delito. Se busca entonces, una modificación de la Ley 26 485,
Además de esta "lentitud en el acompañamiento normativo", Caro visualiza otro problema en relación a las violencias sexuales y digitales que sufren las mujeres: "Es una de las violencias menos denunciadas porque genera un nivel de humillación donde la víctima no tiene muchas más opciones que intentar mantenerlo en secreto", aunque lo recomendado es contarlo y denunciarlo.
¿Cómo pueden actuar las mujeres si llegan a sufrir esta situación en nuestra ciudad?
En Olavarría existen antecedentes que han llevado a un protocolo impulsado por la Dirección de Políticas de Género. Florencia Caro, brindó una serie de pasos a seguir para poder afrontar este tipo de violencia.
En primer lugar, recomienda que se contacten con la Dirección porque abordan integralmente todo el espectro de violencias por motivos de género; y la modalidad digital "es muy grave peligrosa". Los profesionales están a disposición para asesorar y contener, algo muy necesario, porque algunos avances aseguran que "las repercusiones de estos sobre tu subjetividad son las mismas que la de un ataque sexual".
El segundo paso es concurrir al Ministerio Público Fiscal, que dentro la ayudantía de delitos contra la integridad sexual, desde la Dirección de Género articulan para facilitar la llegada de la justicia. Aunque es un camino no tan sencillo: "Siempre hay que denunciar", aclaró Caro, y aconsejó "conservar pruebas como capturas de pantallas, links o fotos".
Todas las personas podemos habernos fotografiado o filmado si quisimos alguna vez porque es parte de nuestro derecho al goce, que tanto hablamos desde el feminismo. Entonces, aclara la funcionaria, "es otro el que está cometiendo un hecho que debería ser un delito, estamos en vías de que llegue a hacerlo".
Estas situaciones, en donde los varones siguen siendo impunes ante hechos de violencia de género, "generan enojo, al principio y después el enojo da paso a la tristeza o similar a la frustración, porque realmente hemos trabajado mucho, hemos militado mucho y hemos cambiado un montón la realidad social sin embargo, pareciera que no, que no llegamos nunca a la meta", reflexionó Caro.
Aunque parezcan retrocesos enormes, "nunca han dejado de pasar", ahora estos chats en dónde se exponen la intimidad de las mujeres nos parece repudiable porque "hemos transformado mucho las cosas, sabemos que está mal y lo podemos decir", concluyó la Directora de Políticas de Género del Municipio, Florencia Caro.