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El olavarriense que emigró a España y encontró "estabilidad económica"

Se trata de Gerardo Sánchez quién emigró junto a su familia al viejo continente y, si bien habían elegido Madrid para vivir, sus planes cambiaron; en una entrevista con LA NACION sostuvo: “Desde el día que tomamos la decisión de irnos del país tuvimos mucha suerte”.

fotografía Diario La Nación

El Olavarriense Gerardo Sánchez mantuvo una entrevista con La Nación y explicó su experiencia desde que se fue de la ciudad hasta llegar a vivir en Europa.

El 2021 no fue un año común y corriente. Significó un cambio radical en la vida de Sánchez, ya que tomó la decisión de buscar una experiencia distinta en el extranjero junto a su esposa y su pequeño hijo. En la actualidad, afirmó que no se arrepiente del camino recorrido y, en diálogo con LA NACION, aseguró que se siente cómodo a raíz de la estabilidad económica que encontró en una ciudad de España.

A los 42 años, se trasladó desde Olavarría, Buenos Aires, hacia León, España. En total recorrió 10.425 kilómetros con el fin de instalarse en un sitio que le permitiera vivir con mayor seguridad y armonía. Sin embargo, antes de emprender este viaje, fueron varios los motivos por los cuales tomó esta determinación.

“En el 2000 viajé a Italia por primera vez con un amigo, pero al no tener papeles no pude quedarme más de 3 meses. Lorena, mi esposa, también por esos años había tenido una experiencia en España, pero aún no nos conocíamos”, recordó.

Ya establecidos como pareja, en 2017 emprendieron una aventura a Europa que los cautivó por completo. “Vinimos 40 días de vacaciones recorriendo 8 países y 20 ciudades. El sueño siempre fue venirnos a vivir, pero contábamos con buenos trabajos en nuestra ciudad. Yo trabajaba en compras en una empresa importante y ella además, de su trabajo, ejercía como abogada”, enumeró.

Si bien para aquel entonces no había ninguna persona que los ate, sus temores llegaron cuando nació Nicolás, su primer hijo: “Con el paso del tiempo comenzamos a pensar en su futuro, el cual lamentablemente no veíamos con buenos ojos que lo transitara en nuestro país. Los problemas de inseguridad, más los económicos, la incertidumbre y nuestra edad nos hicieron tomar a tiempo la decisión para que él no sufriera el cambio y nosotros no fuéramos viejos para conseguir trabajo fuera del país”.

A pesar de que no les faltaba nada en el país, Lorena y Gerardo querían darle otro tipo de oportunidades a su pequeño. “La verdad es que teníamos una buena vida, pero no veíamos posibilidades para él en la Argentina a largo plazo lamentablemente”, reflexionó.

Con este escenario, finalmente lo meditaron y coincidieron en que lo mejor era irse. “Compramos pasajes baratos en la pandemia para vacacionar nuevamente en Europa, pensando que se acabaría pronto esa situación, pero no fue así. El detonante que hizo que nos decidiéramos a irnos fue el impuesto al dólar del 35%, ahí ya vimos que la economía iba de mal en peor. Faltando 4 meses para que llegue la fecha del viaje, ya habíamos decidido vender nuestra casa, los dos coches y todo lo material que teníamos incluida nuestra ropa y los juguetes de Nicolás”, enumeró.

La decisión para Lorena no fue fácil, ya que comenzó a sentirse mal en relación con su salud y los pensamientos la invadían constantemente. “Ella cayó en una especie de depresión, ya que por un lado pensaba que Nicolás tendría muchas mas oportunidades en el Viejo Continente, pero le estábamos quitando la posibilidad de crecer al lado de sus abuelos y el resto de la familia. Esa dicotomía la llevó a transitar la decisión de una manera culposa y cuando llegamos a España tomaba antidepresivos”, contó con angustia.

Cuando finalmente emprendieron vuelo, todos los temores quedaron atrás. “Al cabo de unos meses de haber realizado todo, parecía que se habían alineado los planetas. Nuestra casa en la Argentina no necesitamos ni ponerla a la venta, porque una amiga de Lorena dijo que la quería, al igual que los autos, que al cabo de unos días ya estaban vendidos. Esa fue la señal de que la decisión era la correcta y que en el viejo mundo nos esperaría una nueva vida”.

Con solo dos valijas y tres mochilas partieron desde Ezeiza: “Traíamos un poco de ropa, algunos juguetes de Nico y en su mayoría nuestra vida, nuestra historia, nuestros recuerdos y un millón de sueños”.

Si bien fueron varias las ventajas que visualizaron, Gerardo sostiene que dejar la zona de confort no les fue fácil. “Venir a un país nuevo sin trabajo y sin conocidos que puedan ayudar el primer tiempo asusta un poco, pero si de algo estábamos seguros era que al dar vuelta la página del libro, nuestras vidas se resetearían y tendríamos que comenzar de cero, trabajando de cualquier cosa”, remarcó.

El difícil proceso del viaje

Respecto del traslado desde la Argentina hacia Europa, recuerda que tuvieron varios obstáculos. “Nos fuimos a San Pablo desde donde salía nuestro vuelo a Berlín con escala en Madrid, ya que el Gobierno no dejaba embarcar sin pasaporte europeo y yo no tenía más que el acta de matrimonio”, introdujo.

“Como teníamos pasaje ida solo a Brasil para luego tomar el otro vuelo dijimos que nos íbamos a vivir allí (la vuelta era desde Lisboa a Buenos Aires) para poder salir del país. En San Pablo estuvimos 3 días en un hotel y al único lugar que íbamos era al aeropuerto todos los días para ver cómo poder salir de Brasil hacia Europa, las oficinas del aeropuerto solo abrían cuando salía algún vuelo, en plena pandemia, todo eso parecía de una película de terror”, agregó.

Afortunadamente, la aerolínea les cambió el vuelo a Portugal y bajaron en Lisboa para hacer 14 días de cuarentena. Luego, debían partir en colectivo hacia Madrid: “Allí nos íbamos a encontrar con un conocido que nos iba a dar una mano con su gestor de confianza”.

La información que recabaron sobre España

Poco antes de viajar, la familia estudió muy bien la situación de España, tanto el nivel de desocupación por regiones hasta los costos de vida en cada ciudad. Además, encontraron que, en plena pandemia, el sur -que se conoce como uno de los puntos más turísticos- estaba afectado y el norte era un mejor destino.

“Dejamos algunas valijas en Madrid y partimos hacia León, una ciudad no tan conocida, pero con mucha historia para mí, ya que allí nació mi abuelo. La idea de León surgió porque era el lugar de España donde más rápido te hacían los papeles en ese momento. Nuestra idea fue venir un par de días y retornar a Madrid con toda la documentación lista, pero al llegar a León todo fue magia, Lore sintió que esa era la ciudad ideal para la crianza de nuestro hijo”, indicó,

La vida en León, un lugar con mucha historia en España

El 18 de mayo de 2021 pisaron por primera vez León, una ciudad de poco más de 124 mil habitantes, y se enamoraron desde el principio: “Vimos hermosos parques para nuestro hijo y en 15 días Lorena ya había conseguido un trabajo que nos cubría el alquiler del departamento. Nuestra idea era que tardaríamos varios meses y hasta un año en establecernos y trajimos el dinero que nos permitían sacar del país, así que gastamos menos de lo pensado en ese momento. Sumado a eso, yo hice mis papeles de residente en dos meses y para ese momento ya me estaba esperando un trabajo en un corralón de materiales. Las cosas seguían por el buen camino”.

Sus primeros días fueron de adaptación y de mucho asombro. “Estábamos siempre al lado de los contenedores de basura, ya que encontrábamos desde bolsas con ropa y calzado, hasta camas, colchones, televisores, todo de buena calidad y funcionando. Nos convertimos en recolectores profesionales. Todas las noches nos turnábamos para salir a ver qué encontrábamos por ahí, al habernos venido sin nada, todo nos venía bien”, explicó sobre las cuestiones que más los cautivaron.

A su vez, también visualizaron aspectos positivos en relación con lo social: “Una señora que conocimos se transformó en nuestra hada madrina en ese momento. Cuidaba a nuestro hijo mientras arrancábamos a trabajar y nos regaló muchas cosas para nuestro departamento. Además, Lore conoció a una chica por Wallapop (una plataforma de compra venta) que le vendió ropa para Nico y luego de saber nuestra historia comenzó a vestirlo, y hasta al día de hoy lo sigue haciendo. Se hicieron muy amigas”.

Nicolás asiste al colegio y realiza todo tipo de actividades extracurriculares como inglés, natación y fútbol. Gerardo, por su parte, trabaja en un corralón y se encarga de la logística de los camiones. En cuanto Lorena, se desempeña en una farmacéutica internacional. Respecto de lo económico, remarcó que todo se llevó a cabo según el plan y que superó sus expectativas.

“Rápidamente compramos dos autos baratos para poder ir a trabajar y, luego de un año y medio, conseguimos sacar una hipoteca fija a 30 años. Nos compramos nuestro departamento el cual pagamos menos de cuota que lo que pagábamos de alquiler y es mucho mas grande y con cochera para los dos autos”, sostuvo.

No obstante, Sánchez admite que desde el día que tomaron la decisión de irse del país tuvieron mucha suerte: “Primero pudimos vender nuestros bienes sin tener que regalarlos por el apuro, luego porque al llegar a León conocimos gente maravillosa que hoy son nuestros amigos, no hemos tenido ningún tipo de discriminación, llevamos la vida que queremos llevar la cual nos permite con dos sueldos normales darnos muchos gustos y poder viajar por España y fuera de ella cuando nos cuadran los días”.

Por otro lado, manifestó que el costo de vida en León es muy económico y hay trabajo para las personas que buscan. “Obviamente que el puesto de gerente en el banco ya está ocupado, pero hay muchos que se pueden conseguir solo mostrando ganas. Entiendo que es muy difícil venir con poco dinero y la desesperación te hace que te frustres si no se dan las cosas rápido y los tres meses que dura el pasaje se hacen tediosos y muy duros”, apuntó.

Como consejo para aquellas personas que buscan cumplir una experiencia similar, comentó que deben evaluar varias ciudades que quizás no son las más conocidas: “Muchos vienen a Barcelona, Madrid, Málaga, Valencia y en esos lugares, si bien se puede ganar más dinero, es más difícil mantenerse hasta conseguir dicho trabajo. Para crecer hay tiempo, lo importante es establecerse porque cuando dejás tu zona de confort necesitás un suelo firme donde pisar por un tiempo y si venís porque te quedaste sin trabajo lo ideal es no gastarte los ahorros en poco tiempo”.

Lo que más extraña de la Argentina y sus expectativas en Europa

Consciente de la suerte que tuvo, y las ventajas con las que se topó desde sus primeros pasos en León, Sánchez admite que la lejanía con sus seres queridos suele ser difícil: “A veces se extraña la familia, los amigos, la rutina, el trabajo anterior y el club Estudiantes de Olavarría que es mi segunda casa”.

No obstante, concluyó en que, cuando las decisiones son pensadas y se ponen diversas cuestiones en la balanza, todo se equilibra: “Con el futuro de Nicolás y nuestra linda vida en León sabemos que Lorena y yo tomamos la decisión correcta”.

Nota de Donato del Blanco para La Nación

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