Por Luciana Pedernera
Seguir la moda puede ser costoso a nivel económico, pero también puede representar un compromiso con la destrucción del medio ambiente. De acuerdo a un informe elaborado en 2019, por la Organización de las Naciones Unidas, entre 2000 y 2014, la producción mundial de ropa se duplicó. Para confeccionar un jean, se requieren, al menos, 7.500 litros de agua, lo cual hace a esta industria responsable del 20 por ciento del desperdicio total de agua en el mundo.
Lucila Bertolli y Micaela Cerioni son dos emprendedoras olavarrienses que decidieron asumir un compromiso y llevar adelante sus “ferias de ropa” o “tiendita”. Ambas decidieron disponer de un espacio para vender y darle una segunda oportunidad a la ropa que otra persona dejó de usar y dar vida a lo que en otras partes del mundo, como en España, es tendencia: la moda circular.
Este concepto innovador forma parte de un nuevo paradigma sobre el consumo de moda, donde la persona que va a utilizar la prenda tiene un rol activo y esencial. “La moda circular promueve un consumo responsable en el que se busca reducir el deshecho y para ello, es indispensable reciclar y reutilizar la ropa”, definió la revista OhLalá.
El proyecto que hoy lleva el nombre de “Feria Mandala” y que además no sólo apela a la moda circular sino que ofrece productos de emprendedores locales nació en plena pandemia. Lucila es docente de Lengua y Literatura, y durante este período, rodeada de virtualidad sintió la necesidad de fortalecer “el contacto humanitario” que en algún momento tuvo con sus alumnos en la presencialidad.
“Un día de lluvia, organicé mi placard a lo Marie Condo, sacando un montón de ropa, parte de eso doné y lo que me parecía que no podía llegar a servir como donación lo utilice para un showroom que hice junto a una amiga en el living de casa. Eso se cortó con la restricción más fuerte de la pandemia, entonces abrí el Instagram y comencé a vivir un universo del que voy aprendiendo en el camino”, relató la olavarriense, orgullosa de su decisión.
Parece que limpiar el placard personal, es dar el primer paso para adentrarse en el mundo de las segundas oportunidades textiles: Micaela Cerioni, también comenzó de la misma manera con “Feria de Garage”. Aunque el motivo, traía una necesidad, diferente, pero no menos especial.
“Arranqué por dos cuestiones, primero que tenía mucha ropa acumulada que estaba nueva y a la vez yo empezaba a estudiar, no tenía un ingreso fijo y no podía trabajar porque me demandaba mucho tiempo estudiar. Decidí empezar a vender por Facebook y después vino la posibilidad de hacer una feria en mi casa, pensé que iba a ser un fin de semana, pero me empezó a ir bien, empezaron a traer su ropa, llegó un momento que en el living no entraba nada más y decidí arreglar el garaje y ahí comencé”, recordó la joven casi seis años después.
La moda circular: economía y medio ambiente
Al momento de hablar de moda circular, hay dos puntos que surgen de manera simultánea: el costo de las prendas y el cuidado del medio ambiente. Tanto “Feria Mandala” como “Feria de Garage” en sus espacios refuerzan los valores de estos ítems.
“Más allá de ser moda circular, esto es tener conciencia social en un contexto de crisis, hay mucha gente que no puede comprar ropa nueva porque los precios están muy elevados”, sostuvo Lucila y Micaela agregó: “Con la misma plata que se pueden comprar una prenda nueva se pueden llevar un look entero o vestir con una prenda a toda la familia”.
En este sentido, las emprendedoras locales destacaron la importancia de “erradicar el prejuicio de la penda usada” y justificaron que en las ferias “encontrás ropa muy linda, a veces prendas únicas, que esta perfectas y baratas”. “Que eso tome vida en otra persona es un poco el sentido de la tienda y de la moda circular”, sentenció Lucila.
En la moda circular “hay dos caminos” explicó Lucila y argumentó: “Se puede reutilizar la ropa y darle otra oportunidad a estas prendas de segundo estreno, pero también es posible reciclar: utilizarla de otro modo, poner tu impronta artística, reversionar para darle otro destino o sino usar la tela”.
Un concepto que en el mundo de la moda pone en peligro los recursos medioambientales utilizados para la producción de textiles es el “Fast fashion”, considerado como la producción en masa “donde importa lo nuevo y la tendencia, es una visión de moda descartable”, precisó la dueña de Feria Mandala.
En este sentido, la responsable de la “Feria de Garage” habló de generar conciencia sobre “los desperdicios que genera la industria de la moda, o esta moda rápida de comprar lo que surge, lo uso poco, me aburre, y lo dejo”. Al mismo tiempo destacó la importancia de realizar “compras inteligentes” es decir “adquirir una prenda que puedas usar mucho”.
Sin embargo, a este el mundo del consumo se le contrapone otro concepto conocido como “Slow fashion”. Una movida que invita a “la promoción de producción local, promueve la diversidad, propone ser fiel a lo que a uno le sienta bien y respetando el medio ambiente”, relató Lucila.
Tener una feria y emprender en moda circular, para Micaela es un trabajo que “lleva mucho tiempo, organización, dedicación, orden”. “Se trata de hacer una moda que pueda satisfacer las necesidades del presente pero sin comprometer los recursos del futuro”, concluyó Lucila.