El conductor del auto vio que su esposa salía de la panadería y clavó los frenos en Avellaneda y Pellegrini para esperarla. Detrás venía una mujer en bicicleta que estuvo rápida de reflejos y esquivó el vehículo, pero le reprochó la maniobra: "¡Cómo vas a frenar así en una rotonda! ¡Poné las balizas!".
Parecía una discusión de tránsito más, de esas que suelen darse todos los días. Pero no fue así. El Nissan Tiida comenzó a perseguir a la mujer y la encerró. "Gorda puta", le gritó la esposa del conductor y enseguida abrió la puerta del vehículo para hacerla caer de la bici. La mujer trató de defenderse como pudo y puso el pie en la puerta para frenar la agresión. Desesperada, dobló en contramano para escaparse. Pero el conductor del auto hizo macha atrás y la atropelló en Perón y Antártida Argentina.
La mujer se cayó al suelo y quedó tendida en el medio de la calle. El matrimonio se bajó del auto y comenzó a pegarle piñas y patadas. "La esposa me agarró de los pelos, me dio una cachetada y el hombre me pegó en las costillas. Me rompieron el labio y me provocaron cortes en la cara. Me quisieron sacar el teléfono pero no pudieron y alcancé a sacarle una foto a la patente del auto. Me dejaron tirada en la calle sangrando y se escaparon. Nadie se metió para ayudarme. Viví una verdadera pesadilla", contó Mariana Sanabria a Infoeme.
El hecho, que recién trascendió en las últimas horas a partir de la denuncia que hizo la víctima en la comisaría Segunda, ocurrió el jueves pasado. La discusión de tránsito se inició cerca de las 11.30 en Avellaneda y Pellegrini cuando la mujer iba en bici a trabajar a una casa de familia en el barrio Ceco, donde se desempeña como empleada doméstica y además cuida a un abuelo.
La pesadilla de la mujer terminó a las pocas cuadras, en Perón y Antártida Argentina, donde fue atropellada y golpeada por el matrimonio. "¿Qué necesidad tenían de hacerme esto? Siento mucha bronca e impotencia", confesó.
A través del número de la patente del auto, la mujer descubrió que el matrimonio es oriundo de Formosa y arribó el domingo pasado a Olavarría, donde burlaron los controles en el acceso a la ciudad. "No sólo me atropellaron y me pegaron, sino que violaron el aislamiento y vinieron de una ciudad donde hay casos positivos de Covid", señaló.
Tras la agresión, la mujer fue caminando hasta la casa donde trabaja y allí fue atendida por un médico. Por los golpes que recibió en la cara, le colocaron un cuello ortopédico que deberá usar por diez días.
El caso, que ya es investigado por la Justicia, podría haber formado parte de la película "Relatos Salvajes", aunque no tuvo nada que ver con la ficción.