“No saben el sufrimiento, no el dolor en el cuerpo, sino el dolor mental”, se sinceró. Desde el inicio de la conversación avisa que no le es fácil poner todo lo que sucedió en palabras, pero con el correr de la charla parece liberarse de esas ataduras y se suelta a contar lo que vivieron estas últimas semanas. Se trata de Carlos y Sonia, los primeros olavarrienses en contraer coronavirus, un test positivo que marcó un antes y un después en sus vidas.
No obstante, contrario a lo que se podría presumir, quieren que sea otra la perspectiva sobre lo que les paso. Hubo mucho de negativo, claro está, pero ellos quieren quedarse con el medio vaso lleno y así lo enfatizan una y otra vez. Por ello elijen más hablar de agradecimientos que de reproches, “los perdonamos”, narró Carlos en alusión a aquellos que movilizados vaya a saber uno por qué los insultaron y amenazaron. “Quiero destacar que nosotros hicimos todo correctamente, llegamos y nos pusimos a disposición de la Municipalidad, de la policías que nos paró a la entrada. Allí dimos todos los datos y nos pusimos en cuarentena enseguida”, añadió Carlos.
“Estuve 10 días sin síntomas, solo algo de tos. Ese último día llegue a 38° de fiebre, llamamos y nos vinieron a buscar. Primero fue a mí, mi esposa quedó aca, me hicieron todos los estudios y estuve un día en observación. A los dos días el doctor Caputo me dice que había dado positivo. En ese momento estuve 5 o 10 segundos muerto”, graficó. Sin embargo, opuesto a lo que se podría pensar por todo lo que se derivó fundamentalmente en las redes sociales, Carlos expresó que su teléfono no paró de sonar pero por los gestos de solidaridad y aprecio. “Fue llamarme hasta gente que no conozco, de cualquier religión, que comenzaban a rezar por mí, cosas que me conmovieron enormemente”, añadió.
Desde Infoeme se le consultó si había leído los “otros mensajes”, por así decirlo, y señaló que por estar ajeno al mundo de las redes no tomó mucho conocimiento de lo que allí sucedía. Asimismo, reconoce que por sus hijos, quienes salieron a responder esas publicaciones, se enteró en parte de lo ocurrido. “Ese dolor lo llevé adentro, cuando estás entre cuatro paredes pensas en todo”, reconoció. Sin embargo, como ya se anticipó, ese no fue el objetivo de esta conversación y por ello todo retornó a los agradecimientos y de cómo están ahora en su casa del barrio Uocra.
“Queremos agradecer desde el primero al último del Hospital, que hacen un sacrificio bárbaro, una atención todo a pulmón”, subrayó mientras narraba cómo el personal de salud se “vestía como de astronauta” cada vez que ellos necesitaban algo. “No tengo palabras de agradecimiento”, enfatizó al momento que enumeraba desde personal de limpieza a camilleros, pasando por enfermeros y médicos pero sin olvidar a German Caputo, el secretario de Salud, y el intendente municipal Ezequiel Galli.
Sobre su actualidad narraron que "estamos a mitad de camino" y que, como mínimo, les quedan 21 días más de estricto aislamiento. “Ya lo habíamos hecho 10 días”, narró pero reconoció a la par que todo es aún más rígido. “Los dos estamos con barbijo, cada uno con su platito y sus cosas”, detalló. “Es impagable estar en casa de nuevo, el sillón, los cuadros, le das valor a todo”, se sinceró en una suerte de mensaje que envió a la comunidad local. “Hay que seguir cuidándose, no se sabe quién lo tiene”, y ejemplificó en su caso particular que, si bien asume que el “no mira para atrás”, al día de hoy no sabe quién ni mucho menos donde le contagió el virus.
“Es muy duro, pero que esto sirve para ayudar a otra gente, les pido que se cuiden porque no se sabe dónde está. Es un rival invisible, es difícil pelear contra eso, ojala seamos nosotros todos tres”, concluyó enumerando también al único paciente que hoy en día sigue con su tratamiento en el Hospital Municipal.
Sonia también tiene lo suyo para decir. Ella sigue el tratamiento “con una desventaja”, tal cual lo explicó Carlos, debido a que debe seguir tomando medicamentos debido a que es diabética, pero su condición y humor son los mejores. “Quiero agradecer a toda la gente que nos atendió. Médicos, enfermeros, gentes de limpieza, autoridades municipales, a nuestro barrio, que son el Uocra y CECO II, que tuvimos todo el apoyo”, enfatizó.
También no quiso dejar pasar la ocasión para enviar un mensaje de conciencia y prevención para la ciudad. “Hay que vivir el momento, el ahora, quizás esto llego para que aprendamos algo, Carlos y yo tendremos que aprender algo de esto, que nos sea positivo. Le pido a la gente que se cuide mucho, es muy duro pasarlo, nosotros físicamente estamos bien, lo que es la parte anímica, es muy duro pasarlo y en eso tuvimos un apoyo muy grande de la gente del hospital, siempre estuvieron con una palabra de aliento. Le pido que tomen conciencia”, finalizó.