El CEO de Loma Negra, Sergio Faifman, acusó a AOMA (Asociación Obrera Minera Argentina) de "presionar y extorsionar" a la empresa, en el marco de un conflicto gremial que obligó a la mayor cementera del país a apagar los hornos de su fábrica.
AOMA y los directivos de Minerar no alcanzaron un acuerdo en las últimas dos audiencias en el Ministerio de Trabajo. Según el gremio, los trabajadores de Minerar deben estar encuadrados bajo el convenio de la rama Cemento, en vez del de Piedra y Cal, que hoy los rige.
"La situación es muy complicada. AOMA está presionando y extorsionando a Loma Negra a través de Minerar. Buscan generar un conflicto irracional y sin sentido para que falta piedra en Loma Negra y deje de producir cemento", dijo Faifman en una entrevista con Infoeme.
El conflicto entre el sindicato que reúne a los trabajadores mineros y Minerar, que abastece a Loma Negra de la piedra necesaria para la fabricación de cemento, llevó a la firma a parar los hornos.
"AOMA sigue sin cumplir la conciliación obligatoria que dictó el Ministerio. Minerar aportó los fundamentos de cada una de las cosas que están discutiendo y AOMA no tenía respuesta para ninguna", sostuvo Faifman.
El conflicto y la suspensión de producción de cemento se dan en una de las plantas en Olavarría donde Loma Negra está realizando obras de ampliación con una inversión de US$ 350 millones, "la mayor inversión privada en la provincia de Buenos Aires", según la compañía.
"El principal punto del conflicto es el encuadre sindical de la gente -explicó Faifman-. Minerar siempre estuvo encuadrada en Cal y Piedra. En 2018 hubo un acta acuerdo entre Minerar y el sindicato donde el gremio ratificó que el encuadre de Minerar es Cal y Piedra".
El conflicto obligó a que Loma Negra tuviera que apagar dos hornos en la Planta de L’Amalí, donde la empresa concentra el 70% de su producción. La decisión no sólo tiene impacto en Olavarría y la zona: Loma Negra es el principal proveedor de cemento de la Argentina.
"Minerar presentó el acta en el Ministerio. La conducción actual de AOMA está desconociendo lo que firmó hace dos años. Hay una intencionalidad que no tiene nada que ver con proteger a los trabajadores", afirmó el CEO de Loma Negra.
En las próximas horas, la empresa se quedará sin stock y se verá obligada a dejar de proveer cemento, lo cual significaría la paralización de las principales obras del país.
"La paritaria de Cal y Piedra de los últimos diez años fue 18 por ciento superior a la paritaria de cemento. Los empleados de Minerar hoy tienen un salario 18% superior del que hubieran tenido si hubiesen estado encuadrados en Cemento. En promedio, el sueldo mensual de los trabajadores en convenio de Minerar es de 110 mil pesos, es un salario superior al de Cemento", señaló Faifman.
El conflicto entre Aoma y Minerar comenzó en octubre por el encuadre gremial de los trabajadores de la empresa. El titular del gremio reclama que los trabajadores cobren bajo el convenio de Cemento y no de Piedra y Cal como ocurre actualmente. Esa disputa, hasta el momento, no tuvo ningún tipo de avance y las sucesivas reuniones terminaron en fracaso.
"El sindicato se mantiene en una posición intransigente y no tiene ningún argumento. Lo que hay detrás de todo esto es una mezquindad sindical que no tiene nada que ver con los trabajadores. Están poniendo un montón de mentiras que no tienen ningún sustento", dijo Faifman. Y agregó: "No es casual que el conflicto se haya desatado a tres meses de terminar L’Amalí II. El sindicato quiere colocar a Minerar en encuadre de Cemento para de acá a un par de meses discutir que ese servicio no puede ser tercerizado y de esa manera querer incorporar la explotación de la cantera sindicalizada dentro de L’Amalí".
Según Faifman, "la gente de L'Amalí no quiere al sindicato porque lo único que hacen es generar conflictos en bienestar de ellos y en contra de la gente. L'Amalí se dio cuenta que lo mejor es negociar directamente con Loma Negra".
El Ministerio de Trabajo dictó la última conciliación obligatoria el jueves 3 de diciembre. Sin embargo, como había ocurrido en otras oportunidades, AOMA no acató la medida, por lo que dos días después, sin insumo, Loma Negra apagó los hornos.
"El principal preocupado para que sus trabajadores estén bien pagos es Loma Negra, no es el sindicato que genera una extorsión directa sobre la empresa", disparó Faifman.
AOMA frenó la actividad de Minerar, pese a que hubo sucesivas conciliaciones obligatorias. "La semana pasada tuvimos que parar los hornos por AOMA. Hace un mes que vienen trabajando a rueda muerta, manejando los camiones a un kilómetro por hora para desabastecer de piedra a Loma Negra. Seguimos despachando algo de stock que teníamos pero si la situación continúa, en los próximos días tendremos que dejar de despachar cemento", advirtió.
Para el CEO de Loma Negra, "el conflicto es irracional y se da por una mezquindad individual". "Esto va a terminar perjudicando a Minerar, Loma Negra, Olavarría, a la Provincia y al país. Va a impactar en todos lados. Nosotros en Olavarría pagamos más de 50 millones de pesos de impuesto a la piedra. Pero si no producimos, no se paga", indicó.
Faifman cuestionó con dureza el argumento que esgrime el gremio para profundizar el conflicto. "Hablan de precarización de trabajo y es gente que trabaja con un salario promedio de 110 mil pesos, tienen obra social y equipamiento de última generación. ¿De qué precarización laboral estamos hablando?", se preguntó.
Loma Negra tiene el 45 por ciento del mercado y sigue con su planta parada. "El conflicto va a impactar en todas las obras: chicas, mediana y grandes. Tiene un impacto directo en el consumo, la reactivación económica, el empleo y la construcción. Son obras que se paran e impactan en el trabajo de la gente. En la Argentina nos salvamos entre todos y mirando para el mismo lado, no aprovechando el momento para generar un conflicto", manifestó.
Según Faifman, el Ministerio habló de sanciones pero hasta el momento no aplicó ninguna. "Seguimos hablando con las autoridades provinciales y nacionales para que intervengan en esta situación. A todas luces es un conflicto irracional que no tiene ni pies ni cabeza. Se está dando un mensaje horrible en un momento en el que Argentina y la Provincia necesitan inversiones. El gremio quiere cambiar arbitrariamente las reglas de juego. No es un mensaje alentador para quien quiera hacer una inversión, sobre todo en un momento tan complicado para el país y donde la construcción empezaba a ser el motor de reactivación post pandemia", sostuvo.