Un ex trabajador del antiguo servicio de estacionamiento medido local se manifestó este jueves frente al Palacio San Martín. Roberto Murúa fue víctima de un accidente mientras trabajaba como tarjetero de Bomberos y quedó con graves secuelas físicas que le impiden reincorporarse.
“En 2013 tuve un accidente y quedé con graves secuelas: audífonos, placas, me estoy rompiendo todos los dientes, la cervical y columna destrozadas, no puedo caminar ahora. Estoy reclamando que alguien se haga responsable de mi situación, con Ezequiel Galli hablé dos veces y le entró por una oreja y salió por la otra”.
Repasó cómo fue el siniestro vial que le provocó las lesiones: “Iba cruzando la calle cuando una camioneta y una moto chocan, el conductor del rodado menor salió despedido y me embistió. Pegué con la cabeza en el piso y me dejó un ruido en los oídos que me liquidó, estuve cuatro años y medio mal medicado hasta que logré viajar a Buenos Aires y en cuatro horas y media lo solucionaron”.
Un día llegué a trabajar sano y me volví a mi casa con un carnet de discapacidad
Murúa aseguró, en diálogo con Infoeme, que está “cada vez peor” y que “nadie se hace responsable de mi situación”. A pesar de todo “al poco tiempo del accidente volví a trabajar” pero hace un tiempo atrás, “cuando hicieron el traspaso de Bomberos a la nueva empresa concesionaria, dije que no porque estaba en pésimas condiciones físicas”.
Roberto explicó que “como no quise volver a trabajar en ese puesto, buscaba algo acorde a cómo había quedado, me dijeron que no había y me dejaron en la calle”.
Puntualmente “reclamo que se hagan cargo de mi situación, de cómo quedé, de la rehabilitación, que me den una jubilación o lo que sea porque no puedo ni moverme. Estoy muy mal, me voy a quedar acá afuera hasta que vengan con un papel firmado que certifique y asegure que se van a hacer cargo de mí”. En la vereda del Paseo Jesús Mendía se instaló con un colchón, una frazada, dos sillas y un paquete de galletitas.
Sostiene que “lo que están haciendo es inhumano, todo el mundo sabe lo que me pasó pero desde el gobierno local no hacen caso. Es indignante lo que pasó, me da mucha impotencia”.
Roberto actualmente alquila una vivienda pero “debo varios meses, desde el Ejecutivo Municipal ofrecieron pagarlo pero eso es una solución momentánea. Me voy a quedar acá hasta que me den una solución. Si me muero es responsabilidad de Galli, de Bomberos y Soluciones Virtuales porque me abandonaron”.
Mirá el momento del accidente: