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Daniel Lovano - Enzo Russo / Infoeme
“Dos incorregiblesâ€, según los definió Hugo Tenaglia. Dios los ha criado y el fútbol se encargó de juntar al “Bochi†Abad en la misma casa con Gabriel Senzacqua; un “nuevo†en Racing, con un referente del ascenso que comparten en Olavarría la casa de la avenida Alberdi. Tal para cual.
Mientras el “Bochi†trataba de relatar los pasos salientes de su extensísima carrera por equipos del interior, ahí estaba Senzacqua, intercalando alguna acotación entre sus extensos mates amargos.
La convivencia, además de forjar una amistad, logró otros resultados: Abad pudo hacer más futbolero a Senzacqua, cuya relación con el fútbol - juego se extinguía apenas terminaban los 90’, y el arquero introdujo al “Bochi†en la onda del heavy metal.
Miguel Angel Abad juega en primera división desde los 16 años, cuando juntos debutaron en la primera división de Gimnasia de Tandil con Mauro Camoranesi, y lograron algo que parecía imposible: el primer título para el club en la Liga Tandilense en 1993.
“Mauro era el ocho y yo jugaba de wing izquierdo. Pintaba bien… hizo un buen campeonato y después en el regional, siendo un chico, demostró que estaba para cosas mayores†recordó Bochi sobre el argentino que levantó la copa de la FIFA con Italia en el Mundial pasado.
Los caminos del Bochi después tomaron especialmente las entrañas de la provincia de Buenos Aires, y en Huracán de Tres Arroyos tocó casi toda la gloria a la que puede aspirar un jugador de una liga del interior.
“Fui para el primer campeonato Argentino A. Yo estaba en Huracán Ciclista de Gonzales Chaves y para jugar el Argentino B no llegamos a un acuerdo con Bottino (Roberto Lorenzo, presidente de Huracán), porque me convenía más trabajar en Tandil y seguir en la Liga†apuntó.
“Ahí pasé lo mejor, hasta jugar la promoción con Lanús por el ascenso a Primera, que fue lo más importante que me sucedió como jugador de fútbol†aseguró el “Bochiâ€, quien en su temporada de debut en la B Nacional anotó 13 goles.
“El primer año en el Nacional B fuimos a jugar a la cancha de Quilmes y las radios de allá nos decían ‘ahí vienen los paisanitos’; claro, entramos a semejante estadio y mirábamos todo con asombro. Tenían un equipazo, con Schiavi, el Rengo Díaz, el Chulo Rivoira de técnico; venían primeros e invictos. Fue el primer partido televisado que jugamos; les ganamos e hicimos tres, con un gol mío†relató.
“Ese proceso de Huracán es casi imposible de repetir, porque se armó un equipo con casi todos los jugadores de ligas del interior. Desde el torneo local llegamos a la promoción para Primera, y si no logramos más fue porque nos tocó jugar los dos partidos en Buenos Aires: de local en Platense y de visitantes en la cancha de ellosâ€, lamentó.
“Todo el entorno era nuevo para nosotros; hasta las apretadas antes de bajar del micro en la cancha de Lanús. Cosas que uno nunca había vivido, y que ahora las recuerda con cariñoâ€, agregó.
De sus años en el globito quedaron algunas anécdotas casi fantásticas. “Cuando íbamos a jugar a Pirané la hinchada de ellos ovacionaba la entrada del árbitro; una cosa increíble cómo nos bombeaba ese tipo de apellido Portillo cuando nos tocaba en Formosaâ€.
“El año que ascendimos teníamos que ganar uno de los últimos dos partidos, uno allá, entonces pedimos otro árbitro. Fue Macchioli (Daniel), de Mar del Plata, llegamos y ¿quién era uno de los líneas? Portillo. Tres goles no hizo anular esa tarde. Inolvidable ese Portillo†evocó Abad.
Aquel gran momento personal no lo pudo aprovechar del todo en lo profesional. “Era como para dar un salto importante, pero no tuve fortuna con los representantes; cuando el representante no arregla su plata, el jugador pasa a segundo plano†se quejó el zurdo enganche de Racing
La titularidad en Huracán se la sacó un grosso de verdad: Rodrigo Palacio. “Al principio él no jugaba, después jugábamos los tres con Rodrigo y con el Novillo García, y al final terminó jugando él y yo fui al banco. Pintaba muy bien Rodrigo y como persona es un pibe extraordinario†precisó el Bochi, y después aclaró: “Tuve buenos suplentes, eh... el Yerbatero González no me pudo sacar el puesto; Rodrigo síâ€.
“Estuve dos años a préstamo en Huracán y por reglamento no podía seguir, entonces cuando me fueron a comprar, Gimnasia -asesorado por Zarini (Ricardo)- no me vendió; me hicieron firmar un contrato por dos años porque me dijeron que me tenían vendido a Suiza… Todavía estoy esperando los pasajes…, jeje†contó.
“No me olvido nunca más; fue día del padre y me hicieron la despedida en mi familia. Me consiguieron el pasaporte en dos días. ¿Qué pasó? Acá estoy, esperando, jeje… Que cambio de técnico, que esto, que lo otro, que si quería ir a prueba. Después de eso Richard (Zarini) me quiso llevar varias veces a Grupo, pero no, nunca más…†subrayó y acotó que “fue una gran frustración, en un gran momento, excelente. Yo tenía para irme a jugar la Libertadores con Oriente Petrolero de Bolivia; había ofertas de Instituto y de Belgrano, y no fui a ningún ladoâ€.
Tras Huracán anduvo por Brown de Madryn, Cipolletti, El Porvenir, Juventud de Pergamino, Villa del Parque de Necochea, Coreano de Lobos y Sporting de Punta Alta antes de caer en Racing.
Acá en Racing se reencontró con un viejo conocido. “Con Leo Martens jugamos en el mismo equipo de baby, en las inferiores de Gimnasia; nos volvimos a juntar seis meses en El Porvenir y ahora en Racingâ€.
Racing es muy distinto a todo. “Acá la gente empuja mucho. Lástima que me los hayan mandado atrás del arco. Cuando yo venía a jugar de visitante los tenía al costado, en la tubular atrás del línea, y se sentían mucho más†contó.
Ese apoyo ya le dejó huella: “Disfruté muchísimo el partido que jugamos de visitante en la cancha de Ferroâ€.
“¡Fuimos locales!†gritó Senzacqua en la otra punta de la mesa a lo que Bochi agregó que “realmente eso fue espectacular; hacía tiempo que no vivía algo así. Y nos dieron una mano muy grande cuando íbamos perdiendoâ€.
Pasó el relato en tiempo pretérito, el entorno que gira alrededor de Racing y llegó el momento del presente chaira, este playoffs con La Emilia y la ilusión del ascenso.
“Si ganamos esta serie con La Emilia vamos a tener un aire más tranquilo para volver en enero, con menos presiones y capaz que al no tener tantas presiones el equipo logra soltarse mucho más†analizó y completó que “Racing es un equipo que intenta, con jugadores que manejan bien la pelota. Uno no lo quiere decir, pero la realidad es que se armó un equipo para pelear el ascenso, aunque hay que ir de a poco, paso a paso como dijo Mostaza, y lo primero son estos dos partidos con La Emiliaâ€.