La triste noticia que significó el hallazgo del cuerpo de un adolescente de 17 años que era intensamente buscado desde hace 40 días en una cantera del Complejo Penitenciario dejó al descubierto la vulnerabilidad de uno de los accesos perimetrales a la Unidad 2.
Si bien la cantera se ubica a unos mil metros de la Jefatura, está en desuso y sin custodia, lo cierto es que forma parte del predio perteneciente a la sede carcelaria de máxima seguridad.
El testimonio clave de uno de los amigos de la víctima reveló que la cantera era visitada frecuentemente por jóvenes para pasear por la zona y permitió efectuar rastrillajes en un sector que, a priori, no había sido considerado por los investigadores.
A simple vista se observaba que los alambrados habían sido levantados por transeúntes para poder acceder sin problemas al predio.
La muerte de Alejandro Martín Galván se produjo por una caída a un acantilado de unos 36 metros – no hay agua en el interior de la cantera- que le provocó múltiples fracturas según reveló la autopsia. Los investigadores buscarán precisar si el deceso se produjo por una decisión del propio joven, si fue de manera accidental o si hubo terceras personas involucradas.