El presidente de Enargas, Mauricio Ezequiel Roitman, firmó este miércoles la habilitación que permite que la empresa pueda utilizar dicho servicio y de esta manera, producir como lo hacían antes de su cierre hace poco más de un año atrás.
Claudio Molina, Secretario General de Smata habló con Infoeme minutos después de recibir el llamado del intendente Ezequiel Galli confirmando la reapertura de la empresa.
“Tengo ganas de saltar, llorar, todo junto”, dijo Molina y contó que transitaron dos años muy difíciles. Recordemos que la crisis de Cidegas se remonta en su pico más alto a octubre de 2017, pero arrastraban inconvenientes desde meses anteriores. De ahí en más el camino fue de lucha para los trabajadores.
Incluso, en el mes de marzo de este año, parecía que la reapertura estaba cerca, pero distintas trabas administrativas extendieron el plazo hasta este miércoles.
Al respecto, Claudio Molina resaltó que “pasó lo que nosotros veníamos reclamando que era la participación política. Éramos conscientes de que necesitábamos la pata política” y recordó esos meses de incertidumbre: “Se tuvo la carpeta más de 6 meses adentro del Enargas sin resolver y expedirse. Se fueron pidiendo distintas documentaciones, no se tenía en cuenta la necesidad que tenían la empresa”.
Por ese motivo, para el secretario general de Smata “fue muy importante el rol que cumplió el Municipio en este último mes y medio. Hubo una madurez. Nosotros no dejamos de insistir en que queríamos trabajar y el Municipio entendió que eso era lo único que queríamos, que nos dieran una mano. Escucharon nuestra necesidad”.
“Sentimos que la empresa es de los trabajadores”
La empresa a partir de este miércoles está habilitada para empezar a producir. De los 45 trabajadores con los que contaba en 2017 quedaron 26 entre operarios y gerencia. “Quiero compartir ya con ellos esta emoción. Todavía no es la solución completa porque tenemos que volver a arrancar, se nos cortó en su momento el gas y eso implica una nueva inspección, habilitaciones y demás”, dijo Molina.
Respecto al futuro de Cidegas, explicó que están en permanente diálogo con el propietario Mauro Catalano.
Este último mes el consumo de GNC ha caído un poco, pero con la producción que podemos tener ahora con 26 trabajadores estamos aptos para empezar a producir y hacerle frente a esta demanda, afirmó.
“Parece ser un final feliz. Ahora dependemos del mercado, necesitamos que este gobierno nos deje desarrollarnos en la industria y entiendo que está resuelto un 80% del problema”, indicó Molina y se explayó en el hecho de que “hay 10 meses de salarios caídos de los trabajadores que lo vamos a tener que ir recuperando con el transcurrir del tiempo, tenemos que buscar más mercados para poder hacernos más fuertes y generar una tercera pata para no depender solamente de la generación de GNC”.
El llamado telefónico del intendente a Molina con la confirmación de la noticia tan esperada trajo al presente numerosas imágenes de la lucha y resistencia de los trabajadores: “Desde lo personal, yo creo que esto va a marcar al movimiento obrero. A partir de hoy entiendo y me lo dejo grabado en la cabeza que no hay que rendirse”.
Molina explicó que “peor que nosotros no va a haber nadie acá: capitales extranjeros que cerraron y se fueron y nos dejaron sin indemnización. Nos queda en la cabeza a nosotros que no hay que dejar que se vayan las empresas. Hay que pelearla hasta el final. Creo que ese es un poco el mensaje. No hay que rendirse”.
Respecto al apoyo que recibieron por parte de la comunidad que realizó donaciones de alimentos para acompañar la difícil situación que atravesaban los trabajadores durante el conflicto, Molina dijo que “no tengo palabras para describir la emoción que sentíamos cuando la gente colaboraba con nosotros entendiendo la situación, nos contuvieron mucho y eso nos generó también la fuerza para levantarnos y seguir”.
Por último, Claudio Molina dijo que “mi humilde mensaje es que no hay que rendirse nunca, son fuentes de trabajo y familias. Es muy importante que las empresas no se vayan”.