La vulneración de Derechos Humanos y a quién asiste o representa esto último ha sido un tema de debate, y por qué no polémica cada vez más candente. Todo ganó aún más actualidad a partir de la publicación en el Boletín Oficial nacional de la creación de la Unidad de Garantía de Derechos Humanos de las Fuerzas Policiales, algo que pareció dejar por tierra las discusiones acerca de quién debe detentar el poder o ser el agresor para estar ante una violación de estas características.
“Contribuir con acciones e iniciativas que persigan el objetivo de ampliar y garantizar la efectiva protección de los derechos humanos de los efectivos de las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales”, puede leerse en uno de los apartados del documento que fue dispuesto desde el Ministerio de Seguridad Nacional, encabezado por Patricia Bullrich.
“Es una falacia”, respondió a Infoeme Roberto Cipriano García, quien precisamente trabaja día a día por la lucha de los Derechos Humanos tanto en el Comité contra la Tortura como en la Comisión por la Memoria. “No son víctimas ni tienen que constituirse en víctimas, serían víctimas si algunos policías fueran, de parte de otros policías, torturados, violentados”, argumentó.
Teniendo a Bullrich como ministra no necesitan una oficina de defensa porque ya lo hace muy bien la ministra de Seguridad
“Lo que hace Bullrich todo el tiempo es construir sentido en defensa del discurso punitivo, de darle mayores atribuciones a las fuerzas de seguridad. Incluso por fuera de la ley. No tiene ningún sentido lo que propone, la creación de una oficina que piense en los Derechos Humanos de la policía, los policías son funcionarios públicos que tienen que cumplir con la ley y son quienes violan los Derechos Humanos”, expresó el secretario del Comité contra la Tortura, quien meses atrás visitó nuestra ciudad con motivo de la publicación de un nuevo informe sobre la situación en contextos de encierro bonaerenses.
“Lo que tiene que hacer la ministra es estar preocupada y fortalecer los recursos de Asuntos Internos para que se investiguen más las faltas que cometen los policías y se denuncien para que se investiguen los delitos que cometen los policías y no hacer una cosa tan poco seria”, continuó a medida que ubicaba esta iniciativa en el contexto de la campaña política con vistas a octubre.
“Esta todo el tiempo tratando de instalar, como eje de campaña, el problema de la inseguridad, y eso es parte de lo que están haciendo. Un gobierno que no puede hablar de la desigualdad que ha provocado con sus políticas, del crecimiento de la pobreza, de los serios problemas estructurales que tenemos en la Argentina, lo que hace es tratar de focalizar el discurso en algo que es una preocupación de ciertos sectores de la sociedad y sobre eso montar esta andanada de medidas que no tienen ningún tipo de impacto ni de trascendencia”, argumentó al respecto.
“No le hace un favor a las fuerzas de seguridad, lo que hace es seguir abonando para que sean cada vez más violentas, autoritarias y operen por fuera de la ley”
Para disipar cualquier duda explicó lo que definió como una “concepción errónea” desde la que parte la creación de esta Unidad. “Quien viola los Derechos Humanos es el Estado. Es justamente quien lo tiene garantizar a todos los integrantes de una sociedad, los particulares no violan los Derechos Humanos. Lo particulares cometen delitos y para eso está el Estado, para sancionar esos delitos que cometen los particulares”, explicó.
“No son violación de Derechos Humanos, son delitos, para sancionarlos está la justicia aplicando el Código Penal y para prevenirlos está la policía, ahora cuando el estado que delega la fuerza en determinados funcionarios públicos, como las policías, las fuerzas de seguridad, cuando esos funcionarios públicos que detentan el uso de la fuerza porque el Estado se lo confió, se lo delegó, los capacitó para eso, son los que cometen delitos como la tortura, los malos tratos, ahí estamos en presencia de las violaciones de Derechos Humanos, porque es el aparato estatal el que lo desarrolla”, concluyó ese apartado.