Tras otra larga jornada en los Tribunales de Azul, y una importante expectativa por el veredicto de los jurados, 10 de los 12 civiles integrantes de este cuerpo declararon culpable a Susana Stuñek por el crimen de María Elena Vigneau por el delito de “homicidio simple”.
Las primeras sensaciones que dejó este veredicto es que “no estaba a la altura de la expectativa de la familia” y eso se tradujo en los pedidos: con penas que van desde los 8 a los 25 años en homicidio simple, la fiscalía y la parte legal de la familia de la víctima solicitaron la máxima, en tanto que la defensa solicitó la mínima.
En los alegatos, cabe señalar, tanto la fiscal María Paula Serrano como la abogada Elda Donatelli dejaron en claro la alevosía por la “desigualdad de condiciones” de Stuñek hacia Vigneau, que tenía problemas de salud que la ponían en un lugar de debilidad y también la intención de “hacer sufrir a un tercero”, en este caso, el hijo de la víctima y ex pareja de la imputada.
A eso se le suma la planificación del hecho, e incluso Donatelli mencionó los resultados de las pericias psiquiátricas que daban cuenta del estado de la conducta de Stuñek. Nada se tuvo en cuenta.
El abogado defensor (que propuso dos figuras distintas: emoción violenta y homicidio simple) se basó en que no se sabe con qué elemento Stuñek mató a Vigneau, que hubo una situación de pelea, con una discusión frente a frente y dejó en claro que el concepto emoción violenta “es jurídico, no psicológico, tiene que ver con una conducta a un estímulo externo y es repentina. No hay planificación en eso”.
Ahora, todo se resolverá el próximo martes al mediodía donde el Juez determinará el monto de pena para Stuñek.