En una ceremonia que, de algún modo, cambió un poco la historia de nuestro país, 214 familiares de combatientes de la Guerra de Malvinas pudieron “cerrar una etapa”.
Ocurrió en los últimos días cuando un grupo acompañado por autoridades del gobierno realizó la identificación de los soldados sepultados sin nombre en la isla. Las placas ya no dicen “soldado argentino solo conocido por dios”, sino que ahora tienen el nombre de quien está sepultado allí.
La ceremonia fue religiosa y militar, acompañada por la presidenta de la Comisión de Familiares de Caídos, María Fernanda Araujo, y el militar inglés Geoffrey Cardoso – quien fue encargado de construir el cementerio -.
El histórico viaje se enmarcó en un trabajo conjunto entre la Argentina, el Reino Unido y la Cruz Roja Internacional. Gracias a ello se reconocieron 90 soldados que participaron de la guerra.