A raíz de la última encuesta publicada por este portal, se decidió consultar a María Isolina Davobe, Directora del Centro de Investigaciones en Derecho de la Ancianidad (Universidad Nacional de Rosario) sobre si existe o no un límite etario para tener un carnet de conducir. Sobre el tema la especialista destaco el impacto que tienen los métodos a través de los cuales se miden las capacidades y planteo la posibilidad de hacer esos 'chequeos' más paulatinos.
La investigadora relató que "en el mundo la tendencia a partir de los 70 años es renovar el carnet, porque se presume que desde esa edad los reflejos no tienen la misma lucidez", y siguió "el corte etario puede ser arbitrario, hay personas que a sus 75 están espléndidos y hay otros que a los 60 o mucho antes tienen dificultades serias. Es una edad promedio en donde la medicina, la psicología; es decir, las ciencias en general y la misma política han establecido como un límite prudente".
Como muestra el gráfico al menos el 81% de los votantes considera que debiera haber un límite etario para tener cernet de conducir. La doctora Dabove explicó que "personalmente creo que las capacidades necesarias para conducir tienen que ser de manera constante y, en principio no estoy en desacuerdo de este control. Quizás, yo no lo haría tan abrupto, es decir pasar de un sistema que te controla cada 5 años a hacerlo de golpe, a otro que establezca un control cada año. Quizás haría algo más gradual, cada 5 años a un conductor "normal", 3, 2, 1 ..".
Sobre lo que se considera estar "apto" para hacerse responsable sobre un vehículo puntualizó que " tendría en cuenta otras variables incluso para exigirle el control, tales como las multas, puntualmente el desempeño como conductores desde que adquirieron el carnet, y sobretodo en el último tiempo, en los últimos 5 años, cómo se manejo, si tuvo alguna denuncia por accidente de tránsito o tuvo choques, contravenciones. Cómo se maneja como un conductor integral, no sólo un control ligado a la aptitud visual o a los reflejos".
Y abrió una mirada distinta al plantear las condiciones que se le imponen a un adulto mayor a la hora de comprobar sus habilidades. Por ejemplo, los métodos y los artefactos con los que se realizan las mediciones. Davobe explicitó sobre "la mecánica con la que se realizan estos controles, el mecanismo mediante se miden las habilidades para manejar no son acordes a las destrezas tecnológicas que hoy tiene una persona promedio a los 70, 75 años. Pruebas frente a computadoras que tal vez la gente grande no está acostumbrada", y fue contunde "la trampa no es el control, son los medios sobre los que se funda".
A todos cuando nos están evaluando, cuando estamos en una situación de 'prueba', ese simple hecho ya nos condiciona, la doctora apuntó a lo que estos procesos generan en personas de edad avanzada, "tendría que ser una tecnología acorde a lo que esa persona está habituada a hacer, sino se genera un strés, una ansiedad, en un contexto artificial que juega en contra en la funcionalidad para manejar", y claro, para superar la prueba.
Davobe ""tampoco podemos negar una realidad en promedio en tendencia de declive físico, sobre todo la vista y los reflejos".
Sin embargo, a pesar de plantear otras aristas y conceder la posibilidad de pensar no sólo en el hecho de tener o no un carnet y la edad para comprobar las habilidades como conductores, además de haber dejado muy claro al sujeto como un ser integral, la abogada reflexionó sobre los hechos concretos del deterioro de las capacidades, "tampoco podemos negar una realidad en promedio en tendencia de declive físico, sobre todo la vista y los reflejos, eso es muy cierto. Pero reitero, un control está bien, la cuestion es cómo, qué sistema de control diseñamos a fin de que no sea discriminatorio, que no sea imprudente, y que no afecte el autoestima de la persona". Se entiende lo que a una persona mayor le puede generar el hecho de haber podido ser independiente y estar al frente de un volante toda su vida, y casi de manera arbitraria, tener que dejar de hacerlo. Lastima el autoestima y hasta puede dañar la seguridad individual.
Y vuelve a insistir sobre un sistema de control gradual, "tener en cuenta no sólo la prueba de destrezas que se hace en la cuestión administrativa que se encarga de esos controles, tomar en cuenta el sistema de puntos – en Capital se usa por ejemplo el sistema de puntaje, de acuerdo a la cantidad de infracciones que uno tenga – y además de eso, la metodología, las herramientas tecnológicas que se utilizan hoy para controlar la vista y los reflejos básicamente, no les son familiares 'ni manejables' a las personas mayores, esto sí es discriminatorio".
Isolina "las herramientas tecnológicas que se utilizan hoy para controlar la vista y los reflejos básicamente, no les son familiares 'ni manejables' a las personas mayores, esto sí es discriminatorio".
María Isolina Davobe permitió profundizar sobre un hecho cotidiano que casi a diario nos hace preguntar quien está o no capacitado para ser un conductor, de la misma manera que habitualmente nos cuestionamos sobre las irresponsabilidades que comete un conductor a pesar de estar en una edad "promedio vital", con todos los reflejos y las condiciones visuales aptas, y sin embargo, se pone en peligro a sí mismo o a otros con las actitudes que toma dentro del vehículo.
El interrogante claro está que queda abierto y que en material vial hay mucho por mejorar, pero es un cambio colectivo, de conductas. En este caso quizás lo más claro es que debiéramos revisar como sociedad la manera de medir esas aptitudes para afrontar una responsabilidad social semejante, como lo es conducir.