Según la especialista en gerontología, María Isolina Davobe, "en la tercera edad, la inclusión juega en un 90%. Si la persona se siente discriminada, siente que poco a poco lo invisibilizan, porque no lo escuchan o los tratan como tontos, porque les dicen que pertenecen a la clase pasiva, eso le genera tristeza, la tristeza genera ruptura de vínculos y disrupción de las tareas habituales, todo eso se va a agravar, acarreará problemas de salud, de presión y agigantando las cosas llegan a la muerte".
Este concepto se desprende de analizar que la expectativa de vida en Argentina en estos años se encuentra en crecimiento y que tiene que ver particularmente con la cultura. El desarrollo general de un país no es una variable determinante, es importante, pero no definitoria. No es la clave para entender el aumento de la esperanza de vida.
La especialista, en este sentido, sostuvo que "más importante que el factor económico, el acceso a la riqueza, es el desarrollo cultural participativo. El desarrollo de una cultura a favor de la salud, una cultura de la higiene, del trabajo y la inclusión social".
Hoy por hoy, la expectativa de vida para los hombres ronda entre los 72 y 73 años y 74 o 76 para las mujeres.
"Creo que tiene que ver con la cultura en particular porque, la riqueza no es un factor determinante porque incluso los países más pobres también están aumentando la esperanza de vida. Se ha alejado la mortalidad", indicó Davobe.
Cuando uno no se siente parte de una comunidad se ve gravemente afectada la autovaloración y desde ese lugar es muy difícil que una persona quiera seguir viviendo.
Finalmente, sostuvo que "el ser humano no es aislado, es un ser en sociedad, por lo tanto esa parte no puede dejar de estar, no puede faltar. La soledad es un factor muy importante de muerte en la vejez. Se te van los compañeros, se te van los referentes".