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Olavarría

Historia del “polémico” monumento a José Félix Uriburu

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Por Claudio Filardo, http://monumentosdeolavarria.blogspot.com.ar/

El primer Golpe de estado en Argentina

Los líderes visibles del golpe de Estado de 1930, fueron los generales José Félix Uriburu y Agustín Pedro Justo, que si bien coincidían en la metodología golpista para derrocar al gobierno constitucional de Hipólito Yrigoyen de la Unión Cívica Radical, mantenían importantes diferencias a la hora de ejercer el poder. Mientras Uriburu pretendía hacer una profunda reforma constitucional que terminara con el régimen democrático y el sistema de partidos y, así, implantar un régimen de representación corporativa, Justo planteaba el modelo de gobierno provisional que convocara a elecciones en un tiempo prudencial; prefería restablecer el clásico sistema de partidos con las restricciones que los dueños del poder creyeran convenientes, o sea, una democracia de ficción y fraudulenta.

Esto llevó a que Justo permaneciera en un segundo plano durante los preparativos del golpe de Estado programado para el 6 de septiembre de 1930, pero no dejó de presionar a Uriburu a través de sus oficiales para introducir sus puntos de vista. El motivo real, fue el peso del proyecto de nacionalización y monopolio estatal de los recursos petrolíferos, el trasfondo de la crisis internacional y la urgencia de los conservadores, por tomar las riendas de decisiones que los afectaban directamente. El efecto de la depresión económica en las clases medias urbanas, aniquiló el apoyo popular con el que contaba Yrigoyen y no fue un movimiento dirigido contra un gobernante, sino fue consecuencia de una crisis de estructura y comenzó a estructurarse desde el instante en que el partido gobernante (la UCR) sufrió la división de 1924.

Este golpe fue el primero, de los seis que sufrió el país hasta 1983, cuando retomó la democracia definitivamente. En 1930 terminó un período de medio siglo de paz interior y progreso continuo del país en lo económico, político y cultural.

El 10 de septiembre asume como presidente Uriburu, disolvió el Congreso, declaró el estado de sitio, intervino todas las provincias y, en rasgos generales, quiso implantar un gobierno similar al fascismo, régimen en el que veía un ejemplo de paz y orden político, del cual se podía aprender útiles lecciones.

En Olavarría estaba Amparo B. Castro, elegido democráticamente en 1929. En junio de ese mismo año el Poder Ejecutivo decretó la intervención a la comuna, quedando en acefalias las ramas Deliberativas y Ejecutivas, pasando Castro como Comisionado.

El 20 de mayo de 1930 asume como Comisionado, Esteban Maritorena y a partir del golpe, el 18 de septiembre, el ingeniero José Manuel Ferreccio. Ese nombramiento causo sorpresa, pues el nombrado no había militado en política, tratándose de un vecino que llevaba varios años de residencia en nuestra ciudad.

Uriburu al no poder instaurar el régimen político que se proponía ante la falta de apoyo político, llamó a elecciones pero dispuso proscribir la participación en ellas del Radicalismo. La reinstauración democrática fue falaz, restringida y controlada por las Fuerzas Armadas que dio origen a una serie de gobiernos conservadores fraudulentos y corruptos que fueron conocidos como la Década Infame. El 20 de febrero de 1932, el general José Félix Uriburu le entregó el poder al general Agustín P. Justo, verdadera fuerza material del golpe de Estado; que si bien proponía este, pretendía un gobierno democrático conservador y restringido.

El monumento en marcha

En las elecciones del 10 de enero de 1932, se normalizó la intendencia en nuestra ciudad y José Manuel Ferreccio, pasó de comisionado a Intendente electo, luego de un periodo corto de Aristóbulo Moya y volvió a funcionar el Concejo Deliberante y el Consejo Escolar. El municipio estaba gobernado absolutamente por los Conservadores.

Las elecciones de 1934 consagraron Intendente a Antonio Grimaldi, que no alcanzó a cumplir su mandato, por ser elegido como Diputado Provincial y lo sucede Francisco Scavuzzo, hasta entonces presidente del Honorable Concejo Deliberante. En las elecciones de marzo de 1936, ganan los Conservadores con Amadeo Grimaldi y si bien se levanta la abstención en participar al Radicalismo, estos no logran los concejales suficientes, como para tener mayoría en el Concejo, bajo varias denuncias de fraude en los comicios.

Antonio y Amadeo organizaron llevar adelante el homenaje a Uriburu, buscando una forma democrática de emplazar el busto en lugar y fecha a determinar.

En una de las tantas sesiones, y con la oposición de la minoría radical, se presenta en el Concejo Deliberante el proyecto de erigir un busto al general José Félix Uriburu. Situación esta que ya se había puesto en marcha mucho tiempo antes de llevar la iniciativa al Concejo, sabiendo que no iban a tener negaciones al respecto y poder llevar adelante el homenaje, iba a ser solo un trámite.

Le encargaron al escultor Leopoldo Boccazzi, que había llegado a la ciudad en 1927 exclusivamente para trabajar en la casa del señor Giangreco, modelando el busto para luego llevarlo al bronce. El pedestal fue construido con granito de Sierra Chica.

Amadeo Grimaldi se distinguió en la ciudad, con obras importantes, como la pavimentación de la ancha Avda. Colón, que paso a llamarse Uriburu –en el tramo vías del ferrocarril y el arroyo- con ramblas y alumbrado público; tapar el zanjón de la Avda. Del Valle; ampliación del penal de Sierra Chica; construcción de un puente en Querandíes, entre otras cosas.

Su inauguración

Los Grimaldi buscaron una oportunidad de relevancia para inaugurar el monumento, con el asfalto recién construido y en la semana del 12 al 18 de octubre de 1936, visitó Olavarría en el marco de la inauguración de la 8va.Exposición Feria, organizada por la sociedad Rural y bajo la presidencia de Pablo P. Fassina, el gobernador Manuel Antonio Fresco.

Entre las varias actividades, como inaugurar nuevos pabellones en el penal de Sierra Chica, a cargo por ese entonces de Adrián Borthagaray y el mástil de la Escuela Normal, en calle San Martín a metros de la entrada, el domingo 18 de octubre de 1936, bajo una leve llovizna y con la presencia del gobernador y toda su comitiva, quedo inaugurado el busto a José Félix Uriburu, en las intersecciones de las avenidas Uriburu (hoy Colón) y la calle Rivadavia.

Para esa ocasión estuvo invitada la viuda del jefe de la revolución fallecido el 29 de abril de 1932, Aurelia Madero Buján, pero excusó su ausencia y uno de los oradores de la jornada, luego del Ministro de Gobierno Roberto Noble, fue el Intendente Municipal Amadeo Grimaldi, que entre otras cosas dijo. “La estatua de Uriburu se alza en hora oportuna. La historia de que la situación anterior a septiembre de 1930 no podía durar, como no puede, ni debe volver, entre otras cosas”.

Su traslado

Iban a pasar 30 años de que el monumento mirara hacia el centro de la ciudad, hasta que fue removido para reemplazar el macadán por asfalto.

En 1963, se realizaron elecciones en todo el país para elegir un nuevo presidente, ganando Arturo Umberto Illia, con la UCRP (Unión Cívica Radical del Pueblo), y en Olavarría fue electo, el Dr. Carlos Víctor Portarrieu, con la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente).

A partir de ese año, la ciudad tuvo muchos avances, como el gas natural para 380 manzanas; se inauguró el Museo Etnográfico Dámaso Arce; se pavimentaron centenares de calles; se rehabilitó el Ferrocarril Provincial; se extendía el alumbrado eléctrico y se comienza a ensanchar las principales avenidas de la ciudad.

Pero en 1966 el presidente Arturo Illia, es depuesto por un nuevo golpe militar el 28 de junio, y en su lugar asume como presidente de un gobierno en conjunto con los tres grupos de las Fuerzas Armadas (Ejército, Marina y Aviación), el Teniente General Juan Carlos Onganía. En Olavarría asume el Cnel. Emilio V. Ramos Marrero el 4 de agosto, que impulsado por el anterior gobierno, finalizó varias obras, como terminar de pavimentar la Avda. Colón, donde estaba el monumento.

Pero la madrugada del 22 de Noviembre de 1966, para sorpresa de todos, el busto de Uriburu fue retirado de su pedestal para proceder a terminar el asfalto y su basamento había sido alejado a un lugar próximo, dividido en dos partes. Antes de la resolución de sacar el monumento para permitir la finalización de la pavimentación, hubo algunas sugerencias acerca del lugar en que debía ser ubicado posteriormente. El asfalto se inauguró el 22 de mayo de 1967 y el monumento ya no estaba, pasando a deambular en alojamientos municipales.

El busto subsistió, aunque parecía que iba a estar condenado a la oscuridad de algún sótano y bajo la gestión comunal de Juan Ángel Moya en el año 1973, fue repuesto en el lugar que hoy ocupa en Parque Mitre, luego de vivir algunos períodos en despachos comunales y hasta en el hall de entrada de la Municipalidad, cuando el Coronel Emilio Valentín Ramos Marrero, fue Intendente de facto por el período de casi dos años.

La decisión de volver a emplazarlo no resultó sencilla, ya que desde diversos sectores se cuestionó lo que se consideraba un homenaje. Finalmente las discusiones quedaron zanjadas al disponerse que el homenaje obedeciera a su cargo de Director del Colegio Militar de la Nación. El Coronel Ramos Marrero, siendo cadete había convivido con Uriburu cuando éste era Director y tal vez por eso, se decidió en esa época preservar el busto.

Las crónicas de esa época, dijeron que nuevamente y por resolución de la Comisión Municipal de Paseos y Monumentos, el busto de Uriburu ha vuelto a erguirse en un lugar público. Su nueva atalaya está en el parque Mitre, muy próximo al puente de la Avda. Colón, curiosamente enfrentado a la estatua de la libertad, emplazada en la vereda de enfrente.

Ya hace varios años que el monumento esta ubicado en nuestra ciudad, teniendo en cuenta aquellos períodos donde descanso, buscando un nuevo emplazamiento. Fueron muchos los partidos políticos que gobernaron la Intendencia y hasta la fecha, desde que volvió la democracia en 1983, ningún edil ha levantado la mano solicitando sacarlo, tal vez porque no moleste, o porque directamente sea ignorado.

Al comenzar con este informe, investigue donde hay similares y encontré que en Tandil fue removido en 2010 y en Balcarce, están por sacarlo, bajo iniciativas de reflejar los valores de la democracia, como la mejor de las formas de vida. En San Carlos de Bolívar, Pcia. de Buenos Aires, existía un busto sobre el Parque "Las Acollaradas", dicho espacio verde también había llevado el nombre del dictador. En 2012 el Concejo Deliberante de San Carlos de Bolívar, votó por retirar el busto.

Los olavarrienses hemos estado ajenos a esas discusiones y el monumento sigue estando allí y deberá seguir, ocultado entre las plantas, con los únicos recuerdos de algunas borrajeadas recientes, mirando como la ciudad sigue creciendo.

Más allá de lo que realmente representa Uriburu para la historia Argentina, se debería dejar en ese lugar, primero por respeto al escultor Leopoldo Boccazzi, segundo, para seguir enseñando a las nuevas generaciones, que estamos atravesando el período democrático más grande, aun cuando nos falta mucho por recorrer y fortalecer, y por último, ya es tarde para intentar presentar algún proyecto injustificado de querer hacer justicia, con una bella obra de arte -porque solo es eso lo que hay que valorar ahora-, a más de 30 años de democracia, y que no cometamos el error de extinguir otro monumento más.

A fines de marzo de este año, fue colocada una placa por desconocidos que sigue recordando al general, con los años de su nacimiento y muerte, haciendo mención lo que representó para la República.

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