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Comenzó esta semana el juicio contra el único acusado de asesinar y prender fuego a la remisera Olga Noemí Serantes. En las primeras jornadas desfilaron ante el tribunal testigos que declararon sobre el principal elemento hallado para imputar a Martín Vivas: el teléfono de la víctima.
La justicia llegó al imputado tras rastrear el teléfono de Serantes que fue utilizado en varias oportunidades por quien es sindicado como el autor material del crimen. Las audiencias se iniciaron este jueves y se realizan en el Tribunal Oral Criminal N° 1 de Azul a cargo de los Jueces Martín Céspedes, Gustavo Borgui y Joaquín Duba.
La víctima, de 57 años, fue hallada carbonizada en el interior de un Fiat Siena abandonado en el viejo basural ubicado en San Martín y Ruta 60.
El juicio que se extenderá por varios días tiene previsto un alto número de testigos, unos 180 que circularán ante los jueces durante toda la semana, aunque la lista se verá mermada por los que se desecharan en común acuerdo por parte de la acusación y la defensa.
El imputado, Martín Vivas, de 42 años está acusado de “homicidio criminis causa”, que habilita al tribunal a aplicarle reclusión perpetua si considera que se prueba que el hombre cometió el atroz asesinato.
La investigación la llevó adelante el fiscal Martín Pizzolo, pero en el debate la parte acusatoria está representada por el fiscal de Azul Néstor Prado.