Un tiempo después de un caso que sigue impune: “La causa está como si el chico se hubiera ido ayer” | Infoeme
Jueves 28 de Marzo 2024 - 13:44hs
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Olavarría
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Un tiempo después de un caso que sigue impune: “La causa está como si el chico se hubiera ido ayer”

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Hace cinco años y ocho meses la desaparición de Germán Esteban Navarro conmocionó a Olavarría. Restos de su cuerpo fueron hallados en un descampado sobre ruta 226 seis meses después y luego de 14 meses, el ADN demostró que esos huesos eran del joven de 17 años. Volvieron a la Ciudad el 3 de enero de 2006.

La madre del joven, Graciela Alderete, busca mantener vigente el caso a pesar de haber perdido casi toda esperanza de llegar al esclarecimiento: “La causa está como si el chico se hubiera ido ayer. Exactamente como si yo hubiera hecho la denuncia de que se fue”, afirmó a infoeme.com y agrega que la carátula se mantiene en “averiguación de causales de muerte, cuando fue un asesinato. Seguimos con el abogado siempre pidiendo el cambio de carátula, es un crimen”, repite.

El fiscal de la investigación es Martín Pizzolo desde diciembre de 2007. Con él mantuvo un último contacto el 19 de mayo pasado. Graciela Alderete mantiene una última esperanza: una grabación que quedó en su contestador en mayo de 2005 en la que se le señala con nombre y apellido al “responsable” de la muerte de su hijo. Esa persona nunca fue citada a declarar, “lo que les pido encarecidamente es que llamen a declarar a esta persona, le hagan escuchar el cassette y, si es posible, estar yo. Dicen que ya lo va a llamar, que están en eso, pero hace más de dos años que está el fiscal, asumió el 13 de diciembre de 2007. Y estamos siempre en la misma”, relata.

El primer fiscal de la causa fue Luis Arbío, “lo recusé a los dos o tres meses del hallazgo del cuerpo, por la limpieza de terrenos”, indicó en referencia al caso sucedido cuando el propio Arbío autorizó la limpieza municipal con topadoras de los terrenos donde se había encontrado a Navarro con lo que se eliminó completamente la posibilidad de hallar nuevas pruebas en el lugar.

La sucesión de irregularidades, la demora en el hallazgo del cuerpo, los poquísimos restos encontrados y la ausencia de testigos en las últimas horas de vida del joven dejan a la causa con serias dificultades para el esclarecimiento. “Los restos de Germán fueron hallados el 26 de abril de 2005. Tardaron ocho meses para darme el resultado de ADN, si no hubiera sido que yo estuve en contacto con el Centro de Protección a la Víctima y con el gobernador Felipe Solá -que cuando vino en 2005, el 7 de diciembre, cuando terminaron todos de hablar, se desprendió el saco y tenía el pin de Esteban, y dijo que quería que se aclarara el crimen”.

Graciela Alderete sostiene que no hubo investigación del caso, “nada se hizo”, dice. Y recordó el día en que recibió el llamado que abrió sus esperanzas, “después de que se encontraron los restos, un día yo había ido a la salita, y en el contestador del teléfono me dejaron un mensaje que decía que hiciera investigar a fulano de tal que era el único responsable, que lo sabía muy bien porque era la mujer de un policía y sentía mucho lo que me estaba pasando. En ese tiempo se había venido a ofrecer el abogado Di Giano. Me aconsejó que grabara el mensaje en un grabador de periodista. Conseguí eso y le llevé la grabación a Arbío el 18 de mayo de 2005. Estoy esperando que alguno de los fiscales llame a la persona que está nombrada en ese cassette y se lo haga escuchar. Es todo lo que les pido. No se ha hecho”. Aclaró que pudo saberse que el llamado se hizo de un teléfono público de Vicente López y Belgrano a las 9:00 de la mañana.

Germán Navarro con su mamá. Una foto familiar de noviembre de 2003.

Tampoco los testigos que son citados a declarar por los fiscales aporta mayores datos: “Toma la causa un fiscal y vuelve a llamar a todos los testigos y siempre se mantienen los mismos testigos, las mismas versiones. Hasta ahora no hay cosas nuevas”, y recuerda la causa que se inició paralelamente sobre la fiesta en el antiguo Comando de Patrullas, donde estuvo Germán Navarro y otras dos personas que también ejercían la prostitución, caso que se sospechó podría ser el origen de la desaparición del joven.

La intención de Graciela Alderete es “que la gente sepa que estamos viviendo con asesinos. No solamente los de mi hijo. Están los de Magali, los de Corbalán, los de Galván, estamos conviviendo con asesinos, por más que no querramos. Los de Galván, los de Corbalán, saben quiénes fueron, el de Salvaresqui también; pero está el chico Diego Gómez que lo encontraron muerto en una alcantarilla en la ruta 226 y no se sabe quién fue”.

Los recuerdos de la sucesión de situaciones que vivió llenan de angustia a la mujer, desde la negación a tomar la denuncia hasta la imposibilidad económica de afrontar la defensa con las condiciones que ella desearía, “cuando fui a denunciar la desaparición de Esteban no la querían tomar porque tenían que pasar 24 o 48 horas. Después para sacar a los medios, tuve que ir a Azul para que el juez me diera una orden. ¿Cómo puede ser que un perro se pierde y a la media hora lo están sacando? Era un ser humano”, reclama.

La esperanza

Graciela mantiene la pregunta de porqué no se citó a declarar a esa persona nombrada en el cassette, “yo nombré que fue un funcionario público municipal, pero nunca di el nombre. En cambio el funcionario se sintió tocado. Por eso yo insisto en ese cassette donde está el nombre. Para ver qué pasa. Porque él realmente se sintió tocado y empezó a citarnos. Él sabía de quién se trataba”.

Consultada sobre las explicaciones que recibe cuando pregunta por esa situación afirma que le responden que “no lo citan porque no tienen argumentos. En la causa está todo escrito. Pero de ahí en más no vi ningún adelanto en eso”.

Las dudas que aumentan

Mientras pasan los años del desconocimiento, aumenta la duda sobre los pocos pasos andados. Graciela Alderete se plantea la posibilidad de que los restos que le entregaron no correspondan a los de su hijo, “tanto que se tardó con el ADN, yo llamaba a la Oficina Pericial de La Plata y en una oportunidad me dijeron que los restos no habían llegado, siendo que de acá me habían dicho que los restos ya habían sido enviados el mismo 26 de abril. Y allá llegaron en julio. ¿Qué pasó? Acá en ese ínterin se robaron restos en el cementerio. Y yo ahora no tengo para hacer un ADN nuevamente, quisiera hacerlo. No sé si son los de mi hijo. Me dieron los resultados, pero la causa esa del robo la tiene la doctora (Susana) Alonso”.

Los restos de Germán Navarro se componen de pocos huesos, no hay tejidos; y los vecinos del sector donde fue hallado indicaban que policías acudían al lugar diariamente. Pero sus testimonios no son parte de la causa, “la gente del lugar sabía que todas las noches, durante seis meses que estuvieron los restos de Esteban ahí, había dos móviles. Bajaban cosas, quemaban. Estaban haciendo desaparecer el cuerpo. A mí me entregaron menos del 10% del cuerpo. Seis meses estuvo desaparecido. No tiene rastros de tejido, no tiene brazos, no tiene piernas, no tiene cadera, nada. Son 18 costillas, el cráneo, 8 vértebras y unos pedacitos de pie. El cráneo tiene la mancha de que estuvo apoyado. Y ahí le echaban algo para hacerlo desaparecer. Cuando yo fui que estaban levantando los restos, quedaba el pelo que estaban levantando del suelo”.

La investigación tuvo a procuradores de la Corte Suprema provincial que llegaron hasta Olavarría para sumar aportes, pero no lo hicieron. Graciela indicó que ellos “me dijeron que los fluidos del cuerpo estaban impregnados en el suelo del lugar. ¿Dónde están las otras partes? Falta una zapatilla, que yo le había comprado hacía dos días. El vaquero, el buzo, la remera, el morral tejido de lana, eso estaba. Hicieron desaparecer el cuerpo, ¿porqué las cosas no? Querían que se supiera, o no. No llego a entender cómo fue que pasó todo esto”.

Las pericias realizadas sobre los huesos demuestran que el cuerpo estuvo en el lugar desde el mismo día de la desaparición, “las últimas hora del 28 de octubre, o las primeras del 29 de octubre de 2004. Desde esa fecha está y son los fluidos corporales que están en el terreno. No se sabe si murió ahí”, aclaró.

El próximo 21 de julio Germán Navarro cumpliría 23 años. Y su madre adelantó que nuevamente intentará convocar a los medios para que su crimen no quede en el olvido.

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