Ya es una tradición que para comenzar el año que un buen número de personas se reúnan para realizar la práctica del Saludo al Sol.
En esta oportunidad, como en las ediciones anteriores, el mismo se realizó en un sector del Parque Helios Eseverri.
Los concurrentes participaron de esta práctica totalmente gratuita y llevaron un alimento no perecedero para colaborar con el comedor Rincón de Luz.
El Saludo al Sol
El Sol es la máxima representación del Maestro, un Ser del cual todos formamos parte. Es la conciencia central del Sistema Solar. Así, el "Saludo al Sol" representa una visita que hacemos a nuestro Maestro.
En esta visita se debe llevar, simbólica y tradicionalmente, una ofrenda que consiste en frutas, flores e incienso. Las frutas representan nuestros méritos, los resultados de nuestras buenas acciones. Las flores, lo mejor y más lindo de nosotros. El incienso es el perfume, la esencia, el alma.
Esto es lo que se hace cuando se realiza el Saludo al Sol: estamos ofreciendo estos tres aspectos al Gran Maestro, esa fuente superior a la que cada persona pondrá el nombre que quiera ya que es un símbolo de lo que cada uno considera como máxima energía.
Tradicionalmente, cuando se hace la ofrenda, el Maestro toma lo que le entregamos, lo bendice y lo devuelve. Así, esta nueva energía retorna a nosotros y a nuestro sistema para que la ofrezcamos también a la Madre Tierra. Allí es donde comienza todo el proceso alquímico del Saludo que es una transformación interior que van haciendo estas dos energías, la del Sol y la de la Tierra.
Según la tradición, en la India, los 1º de enero las personas van a lugares naturales en busca de espacios donde se pueda ver al Sol al amanecer y hacen 108 Saludos creyendo que la voluntad y la energía que han puesto en movimiento en este trabajo les brindará un muy buen nuevo ciclo pleno de logros.