El relevamiento que alcanzó a 319 casos fue realizado por la Agrupación Argentina de Estudiantes para las Naciones Unidas (AAENU) y la Asociación Civil Sumando Argentina, con la Colaboración de la consultora Zooma-USM.
La tarea de estas asociaciones que buscan fomentar la participación de los jóvenes en política parece tener un panorama sombrío, dado que los datos recogidos en el estudio revelaron que el 68,6% de los entrevistados admitió no participar en ningún tipo de organización.
En este camino, se evidencia una crisis en los sistemas de integración juvenil de los partidos tradicionales. A su vez, demuestra que los nuevos canales, como pueden ser las ONG, todavía no convencen a quienes deben asumir su compromiso electoral.
Otro de los puntos que llama la atención de los especialistas es que los chicos tampoco muestran interés por lo institucional. Consultados sobre las posibles soluciones a un crisis, dijeron que no les importaría que se rompan leyes para superarla.
La preocupación enciende una luz de alarma cuando la situación se extiende más allá de las fronteras. Sobre este punto, el politólogo Sergio Berensztein explicó se está dando un fenómeno de “desafección política” donde se huye al ejercicio de la “cosa pública”, según contó en declaraciones al diario Clarín.
“De la política sólo se piden satisfacciones materiales, no hay exigencias en las formas. Los jóvenes ya no expresan su rebeldía en movimientos políticos estudiantiles, sino a través de la música”, puntualizó.