Un estudio llegó a la sorprendente conclusión que cuando las parejas quieren mejorar su vida
sexual pueden recurrir a subir el volumen de la música que escuchan. Si, leyó bien.
La investigación fue realizada a 30 mil personas, se les consultó a qué volumen escuchaban
música. Posteriormente fueron seleccionadas 30 familias - unas 109 personas - de todo el mundo
para participar en una segunda fase del estudio.
El Resultado
Quienes escucharon música a un volumen alto, pasaron un 13 por ciento más de tiempo
compartiendo actividades vinculadas a lo sexual, lo cual estimuló el nivel de dopamina en el
sistema límbico del cerebro, aumentando la sensación de placer, ya que dicho sistema está
vinculado al famoso sistema de recompensa cerebral, según el autor del libro This is Your Brain on
Music: The Science of a Human Obsession - Este es tu cerebro con música: la ciencia de una
Apple Music y el sistema de sonido Sonos patrocinaron al Dr. Daniel Levitin, autor del
mencionado libro, para llevar adelante la investigación.
El Estudio
El estudio llevó dos semanas: las familias pasaron la primera como siempre, sin música a volumen
alto. Los siguientes siete días escucharon 8124 canciones a lo largo de intervalos, de 44 mil horas
de actividad registrada.
Por ejemplo, en alguno de los vídeos registrados se muestra a las familias participantes antes que
utilizaran los sistemas mencionados y llevando una vida tranquila pero separada.
Los adultos y los menores compartían el mismo espacio pero con las cabezas agachadas y
pendientes de las pantallas de sus dispositivos. Algo que también sucedía durante las cenas en las
que apenas se miraban a los ojos.
En cambio los videos de la segunda semana resultaban ser muy diferentes: las familias
hablaban, sonreían, cantaban en voz alta, bailaban y eran más afectivos unos con otros.
El neurólogo Daniel Levitin argumentó que los resultados son coherentes con lo observado en la
investigación. La música cambia los cerebros de las personas, cuando la gente escucha música
que le gusta experimenta una sensación de satisfacción. Por eso, concluyó que aumentar el
volumen de la música está directamente vinculado a una mejor calidad de vida sexual.