Por Luciana Pedernera
Con su origen en el Rio de la Plata y hace algunos siglos atrás, la soguería es parte de la tradición argentina. De generación en generación, primero los pueblos originarios y posteriormente el gaucho, transmitieron este arte autóctono de trabajar el cuero crudo: el oficio de soguero.
Como muchísimos otros dentro de esta tradición fue mirando atentamente a su viejo y a otros gauchos que Walter Alfonzo aprendió sobre el arte de "hacer soga". “Empecé a ver cómo trabajaban el cuero y fui aprendiendo, aparte de eso compré libros sobre soguería y también me ayudó mucho internet”, contó Walter, un soguero olavarriense que ejerce con sus manos, al igual que dice el folclorista Abel Ivroud “este oficio de trenzar con mezcla de arte y destreza”.
“Un soguero trabaja el cuero para hacer prendas para los caballos u obsequios para el hombre”, explicó el artesano local sobre la actividad que actualmente realiza como "hobby" durante la noche, en la siesta o los días de lluvia, cuando el mal tiempo en el campo sólo deja recorrer algún que otro lote, vigilar el ganado y controlar los alambrados.
Para hacer los trabajos en soga, Walter utiliza cuero vacuno y lonja de potro, y todo tiene su parte de ritual y de liturgia, ya que no se trata sólo de "trenzar": preparar la materia prima para poder trabajarla también es parte esencial de su actividad como artesano de la soguería.
“El cuero lleva todo un tiempo”, explicó el artesano, quien contó, también, que el procedimiento "puede demorar más de una semana hasta tener todo listo para poder crear la prenda o el objeto solicitado por el cliente".
Sobre este procedimiento, Walter afirmó que comienza inmediatamente, después de la faena del animal, momento en que se debe lonjear el cuero del animal. "Lo que se hace es sacarle todo el pelo", precisó el soguero.
"El lonjeo se puede hacer de muchas maneras, eso va en cada uno, yo lo hago a cuchillo”, aclaró sobre esta fase, que puede llegar a demorarse “hasta dos a tres horas”.
La tarea siguiente es la de estaquear el material, lo que consiste en estirar el cuero y dejarlo secar. "El secado puede tardar una semana si es verano y un poco más en invierno", especificó Walter.
Luego viene el sobado, que, dentro de las tradiciones camperas, se cuentan muchas formas de llevarlo a cabo. La preferida de Walter la "estilo rueda": “Sobo a rueda, maceta y planchado en maquina”.
Con muchos años en su arte, Walter tiene bien en claro cómo tratar el material: “El cuero de vaca es más grueso y la lonja de potro es más finita, por eso sirve para hacer trabajos finos, como por ejemplo forrar botón, el tiento de potro se utiliza más para adornar los trabajos que hacemos con cuero de vaca”, contó.
Sobre sus producciones, el joven soguero olavarriense indicó que confecciona prácticamente todas las prendas necesarias para "vestir" y montar un caballo: desde riendas y cabezales, hasta fajas y rebenques. Aparte de eso, también crea cuchillos, cintos, llaveros, portacelulares "y muchas cosas más, todo a gusto del cliente que pide el trabajo”.
“El tema de la soga viene desde el principio, cuando el gaucho se vio obligado a trabajar el cuero para formar sus aperos”, concluyó Walter, orgulloso de la historia de su oficio, que alterna con sus actividades de peón de campo y además ejercita día a día su imaginación sobre el arte y la destreza de la tradición.