Anoche una superluna llena, famosa y reconocida en el mundo entero como la más brillante, capturó por su cercanía e inmensidad. Fue la antepenúltima del calendario astronómico del 2020 y su paso marcó a fuego.
El fenómeno llamó la atención de curiosos, amantes de la astronomía y astrología. Estuvo en el punto más cercano a la tierra, denominado perigeo. En su órbita, ella a veces está más cerca o más lejos.
Las superlunas pueden llegar a ser hasta un 30% más brillantes que las lunas llenas habituales. Y por la proximidad a la tierra su tamaño llega a parecer hasta un 14% más grande que el normal.
En cuento a lo astrológico, fue un excelente momento para la toma de conciencia, la presencia, la ruptura de viejos hábitos, la reflexión y la liberación. Fue el momento para mirar el cielo y de dejar ir.