Con objetivo de estimular el consumo e incrementar el poder adquisitivo de los jubilados, la Administración Federal de Ingresos públicos (AFIP) decidió retomar el mecanismo de devolución del IVA, por lo que a partir del 1° de marzo, se reintegrará hasta $700 por beneficiario por mes y de $ 1.400 por hogar en los consumos de alimentos.
El beneficio alcanzará a jubilados y pensionados que perciben el haber mínimo y a beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), y comprenderá únicamente a los consumos realizados con tarjeta de débito
La decisión fue anunciada formalmente por la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, quien aseguró que la medida "es un alivio importante que va a ir directamente al consumo interno". En este sentido, dijo que el sistema tiene mecanismos redistributivos importantes. "De utilizarse de forma plena, supone un aumento del 22,5% en la AUH, mientras que para el caso de la jubilación mínima representa un aumento del 4,5%", detalló.
Para su implementación, la AFIP cruzará los consumos con los listados de beneficiarios de jubilados y pensionados que perciben el haber mínimo (será de $15.892 desde marzo) y a los beneficiarios de la AUH. De esta forma, pretenden alcanzar a los consumos realizados en todos los canales y puntos de venta.
El mecanismo anunciado por Marcó del Pont es distinto al que tomó el Gobierno de Mauricio Macri. En agosto de 2019, luego de la dura derrota en las PASO, el entonces presidente dispuso entre otras medidas la suspensión del IVA para alimentos, que rigió hasta el 31 de diciembre y alcanzaba a todos los consumidores del país.
En cambio, la decisión de la administración de Alberto Fernández busca un reintegro segmentado para favorecer a la población de menores ingresos. Según estimaciones oficiales, la medida alcanzará a más de 7 millones de personas, en un segmento que por sus consumos en alimentos paga entre $1400 y $1500 al mes en concepto de IVA.
Al presentar la decisión en conferencia de prensa, Marcó del Pont apuntó contra las medidas adoptadas por la gestión anterior. "Nuestra decisión surge de un resultado y un análisis crítico de lo que fue el fracaso de eximir el IVA a los alimentos de la canasta básica. Cuando se mira en perspectiva, se advierte que fue una decisión muy regresiva en términos distributivos, porque tuvo un costo fiscal importante, en torno a los $3000 millones mensuales, que duró poco y fue consumido por el proceso de aceleración inflacionaria", afirmó.