En la Unidad Penitenciaria N° 2 de Sierra Chica se puso en funcionamiento un programa para trabajar con aquellos internos que tiene problemas de adicciones.
En la apertura del espacio estuvieron presentes el Jefe de Área Sanitaría Nº8 del Complejo de Sierra Chica Gustavo Rodríguez Aruano, el Jefe de Sanidad de la U2 Horacio Pagella, la Coordinadora del Programa para el Abordaje del Consumo Problemático de Sustancias la Psicóloga Carolina Alonso, el Psicólogo de Sanidad Guillermo Tornabene, la representante del Ministerio de Justicia Lic. Amparo García, en representación de la Jefatura de la cárcel el Subjefe de Asistencia Gabriel Aguirre y la Psicóloga Social Graciela Jara.
Durante presentación formal del espacio Carolina Alonso, manifestó que “el grupo de adicciones tiene que ver con un abordaje ambulatorio, con etapas. Es un tratamiento que lleva como mínimo dos años y en el cual se va a trabajar con talleres terapéuticos y grupos, para lo cual necesitábamos un espacio, el cual estamos inaugurando, para poder trabajar grupalmente” indicó.
“Se trabajará con internos con adicciones, la derivaciones son por demanda espontanea, por el Juzgado, porque se detecta en la Junta de Admisión. Primero se le hace un cuestionario donde se evalúa si necesita o no un tratamiento por adicciones, el mismo es grupal, con talleres y cuando sea necesario se hará de manera individual. Este es un desafío personal, es enfrentar otra patología, es estudiar, trabajar de otra manera en la U2, porque cuando aparece algo nuevo esto irrumpe la realidad y la transforma” agregó la profesional.
El tratamiento consiste “en un proceso dinámico y secuencial de tres etapas relacionadas. Comienza con la desintoxicación y la evaluación donde se diagnostica, se ayuda al privado de la libertad a admitir y aceptar que es impotente ante el alcohol u otras drogas que alteran su estado de ánimo. En esta fase el objetivo es aceptar el hecho de que su vida se ha vuelto incontrolable a causa de la adicción. La segunda fase es reconocer la necesidad de cambios, se ayuda al interno a reconocer que es vital cambiar su conducta para su supervivencia, se le transmite que él tiene la capacidad para hacer cambios. El último paso es ayudar al interno a actuar, tomar decisiones y cambiar las conductas que necesita modificar” expresó Alonso.