Gritos pidiendo silencio, el ruido de las sirenas y oleadas de polvareda se entremezclan en las calles de la Ciudad de México, donde la incertidumbre reina en los numerosos rescates desencadenados tras el fuerte terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter que ya ha dejado al menos 225 muertos en el país
Según la información oficial, 94 víctimas fatales corresponden a Ciudad de México, 43 a Puebla, 12 al Estado de México, 4 a Guerrero y 1 a Oaxaca.
Los equipos de emergencia han solicitado a la población la donación de mazos, motosierras, brocas de barrenado y serruchos para continuar con la remoción de escombros, así como de radios para mantener la comunicación entre el personal.
En la Ciudad de México vive desde hace poco más de un año el olavarriense Germán Sánchez, de 31 años, quien trabaja en una productora audiovisual y dialogó con Infoeme para contar la terrorífica situación por la que aún están atravesando.
Germán comenzó el diálogo contando: “Estoy yendo a rescatar las mascotas de mis amigos, que están atrapadas en un edificio con peligro de derrumbe”. Más adelante, el olavarriense lamentó: “Es todo un desastre, acá todo el mundo está alerta y ayudando en las zonas más afectadas”.
“Todavía hay gente atrapada y siguieron cayendo edificios por la noche” añadió el hombre oriundo de nuestra ciudad, quien continuó con su intención de ayudar a sus amigos por estas tremendas horas que vive el país.
Este medio supo que son varios los olavarrienses que viven en México y hasta donde se pudo confirmar, todos están a salvo y ya se han comunicado con sus familias en Olavarría.